OPINIóN
Premios Oscar 2023

“Argentina, 1985” no ganó el Oscar pero igual es campeona del mundo

La película de Santiago Mitre perdió el premio de la Academia de Hollywood frente a una remake, pero se metió en el corazón y la memoria colectiva de todos los argentinos.

Argentina, 1985
Argentina, 1985 | CEDOC

La fría estadística de la Academia de Hollywood dirá que la película de Santiago Mitre Argentina, 1985 perdió el Oscar contra Sin novedad en el frente. Pero para millones de espectadores que la vieron en nuestro país y en el planeta, y los que la van a ver todavía, igual salió campeona del mundo, como los dos Lioneles y su ballet futbolístico, Lionel Messi y Lionel Scaloni, consagrados en el Mundial de Qatar 2022.

Los agoreros de siempre dirán con una mueca irónica que “no se pudo”, que con el cine alemán no hay manera de competir y que El secreto de sus ojos, por ejemplo, era mejor película. Pero lo que pesó en la conciencia de la Academia que entrega la preciada estatuilla dorada fue el gusto y lo que ellos quieren contar. Hoy en los Estados Unidos les importa más la guerra que la desaparición forzada de personas a manos de una dictadura. Entonces, a pesar de que les gustan las películas de juicios, eligieron “la de guerra” porque están con la cabeza en la invasión rusa a Ucrania.

También a los norteamericanos le gustan las remakes. Hace décadas que les cuesta ser originales y buena parte de su creatividad pasa por “mejorar” viejas historias. Si hasta hubo uno que se animó a reversionar Psycho de Alfred Hitchcock cuadro por cuadro y en colores… A ver si alguien se va a animar con Citizen Kane, La strada o Nostalghia para una nueva versión, corregida y aumentada...

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Sin embargo, “nuestra” Argentina, 1985 se llevó premios de todos los colores y uno intangible, que se lo da cada espectador: es única. Ninguna otra película se había metido de lleno en el Juicio a las Juntas militares, un proceso judicial del que la Argentina fue ejemplo mundial, y que llevó a que el peor criminal de su historia, el dictador Jorge Rafael Videla muriera en la cárcel. Algo que es “envidia” sana en muchos lugares del mundo como Chile, Uruguay y España entre otros tantos, que salieron de sus peores dictaduras y los responsables de las atrocidades cometidas se fueron a sus casas o murieron en la paz de su cama...

Entonces, en este país que tanto nos gustan las grietas en todos los aspectos, “Boca- River”, ”, “Peronismo- antiperonismo”, “Menotti- Bilardo”, “Halcones- Palomas”, esta película pone en la mesa de la discusión lo que fue el histórico Juicio a las Juntas Militares y hace justicia con el grupo de héroes que lo llevó a cabo, para que se imponga de una vez la verdad que fue probada en el juicio.

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Porque fue el presidente Raúl Alfonsín el que dio el puntapié inicial, pero sin la Conadep primero y los fiscales Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo, y su equipo de trabajo, no hubiera sido posible. Todos sabíamos que las juntas militares eran culpables, pero aún hoy nos estremecemos como el hijo de Strassera en la ficción: “¡Perpetua para Videla!”. Y eso fue gracias al trabajo judicial, que juzgó los hechos, más allá de la ideología de cada uno.

Hay cine argentino bueno, malo y feo. El bueno es muchísimo, sería ingrato insinuar una lista que forzosamente quedará incompleta, el malo muchas veces sirve para empezar a trabajar y equivocarse un poco para lograr algunas obras maestras y feo… bueno... Siempre habrá algo que no nos guste.

Pero Argentina, 1985 estará, por mucho tiempo más allá de estas categorías caprichosas. La película de Santiago Mitre es una de las imprescindibles. Que nos permitió a los más grandes recordar aquellos días. Y a los más jóvenes, tener una nueva oportunidad de acercarse a aquella epopeya, a aquellos días donde se estaban construyendo las bases de estos sufridos, esforzados, polémicos, imperfectos, discutibles pero alentadores cuarenta años de democracia.