OPINIóN

Coherencia, por favor

Centro Cívico de Bariloche
Centro Cívico de Bariloche | cedoc

El 1940 fue inaugurado el famoso Centro Cívico de Bariloche, icono del turismo y orgullo de los vecinos. Ubicado dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, en el año 1987
todo su conjunto arquitectónico, incluyendo la estatua ecuestre del Gral. Roca, fue declarado Monumento Nacional y Lugar Histórico. Doce años más tarde, mediante la ley  25.168, se dispuso su transferencia a favor del municipio al solo efecto de su conservación y con la obligación de mantener su condición. Nada se puede plantar, nada se puede quitar. 

La semana pasada el intendente municipal, Ing. Gustavo Gennuso, hizo saber su intención de convocar a una consulta popular para decidir el futuro de la estatua. Además de ser un absurdo jurídico, una consulta de ese tipo no puede modificar o derogar una ley nacional, es un grave agravio para la memoria de quien es considerado el Padre de la Patria Moderna.

Este mismo Intendente es quien declaró a San Carlos de Bariloche municipio bicultural, al tiempo que no brinda asistencia ni contención a los vecinos de la Villa Mascardi que desde hace siete años viven aterrorizados por ataques de jóvenes que se amparan detrás de supuestas reivindicaciones del pueblo mapuche. Hoy, el Centro Cívico es el símbolo del abandono: piso pintarrajeado, paredes con grafitis y la estatua reiteradamente vandalizada.

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El domingo 2 de abril, el señor Intendente participará del izamiento de la Bandera Nacional. Seguramente dirigirá unas palabras a los vecinos reunidos en el mismísimo Centro Cívico y en su discurso recordará a los Héroes de Malvinas. 

Coherencia señor Intendente: de no haber sido por prohombres como Roca no hubiera ocurrido la gesta de Malvinas, no lo rodearían veteranos de esa guerra y usted,  particularmente, no sería intendente o tal vez sí, pero de un pueblo chileno, porque esta hermosa ciudad no existiría y la Patagonia no sería parte esencial de la República Argentina. Cuando mire a los ojos a los soldados recuerde que son herederos del coraje y patriotismo que Roca les legó.

Reflexione señor Intendente, antes de dejar su cargo el mes de diciembre, tenga la hidalguía de recibir a sus vecinos que hoy son asediados por personas que desconocen a las instituciones de la Nación, entre ellas, la que usted conduce. Que el pueblo lo recuerde de la mejor manera y no como alguien que no estuvo a la altura de su investidura.

(*) El autor es abogado, diplomado en Historia Política Contemporánea, miembro del Centro Iberoamericano de Arbitraje Institucional, docente universitario, autor de varios libros, columnista y colaborador de diversos medios gráficos y radiales.