Las fiestas de fin de año son un momento de recogimiento, de reflexión, para pasar en familia. Este 2020, año difícil si los hay, tendremos que hacerlo manteniendo el distanciamiento necesario para que el enorme esfuerzo que hicimos desde marzo no haya sido en vano.
Quiero proponerles, como ministro de Desarrollo Social de la Nación, que al momento de hacer el brindis nos tomemos un segundo y pensemos en lo que pudimos lograr entre todos, con unidad. Que pensemos en la importancia que tuvo haber sido solidarios, en reconocer que en el cuidado individual estaba, también, el cuidado colectivo. Pero a su vez, les propongo que pensemos en ese segundo en aquellos argentinos y argentinas que fueron golpeados por esta pandemia con la pérdida irreparable de algún ser querido, o con el dolor de haberse quedado sin trabajo. Pensemos en los jóvenes y niños que, según revelan las últimas cifras, son los más afectados en términos de pobreza. Cifras que no nos podemos permitir, porque detrás de cada número hay familias.
Por eso les pido que cuando brindemos lo hagamos con la convicción de que, desde el Gobierno Nacional, con el presidente Alberto Fernández a la cabeza, y particularmente desde nuestro Ministerio, estamos implementando las políticas necesarias para poder revertir tanto dolor.
Al momento de hacer el brindis nos tomemos un segundo y pensemos en lo que pudimos lograr entre todos, con unidad
Durante este año pusimos en marcha tres políticas públicas centrales: el plan Argentina Contra el Hambre fue, y seguirá siendo, nuestra herramienta principal para terminar con uno de los flagelos más injustos que aqueja a una importante porción de la población argentina. No nos podemos permitir que haya argentinos con hambre, este año llegamos con la Tarjeta Alimentar a un millón y medio de familias, especialmente madres con chicos menores de seis años. No podemos contentarnos con esto, debemos ir por más, pero sobre todo debemos mejorar la educación alimentaria para que se priorice el consumo de leche, carnes, frutas y verduras y así mejorar la nutrición de nuestros niños y niñas. También logramos ampliar la cobertura de asistencia alimentaria hasta llegar a unos 11 millones de argentinos con el invalorable apoyo de la red social que sostiene de pie a nuestro país en cada barrio. Por ellos debemos brindar y agradecerles el compromiso, la solidaridad y responsabilidad con la que han afrontado cada día.
Como sabemos que el único camino posible para lograr la movilidad ascendente es el trabajo, implementamos el plan Potenciar Trabajo que hoy alcanza a unas 700 mil personas que empiezan a insertarse en el mercado laboral de la mano del Estado. Paso a paso vamos incorporando mano de obra a la construcción, la industria textil, a la economía del cuidado, también en el reciclado y la producción de alimentos. Cinco ejes de la economía que nos permitirán reactivar el mercado desde abajo, fortaleciendo los mercados de cercanía y la producción en la economía popular.
Debemos brindar además porque nos propusimos políticas a largo plazo, pensando estratégicamente, más allá de nuestro gobierno. Diez años nos llevará cumplir con la enorme tarea de urbanizar los barrios populares de a 400 por año. Es una tarea titánica que requiere, ante todo, dejar de lado las mezquindades políticas para perseguir en unidad un objetivo común que repercutirá en la vida cotidiana de miles de argentinos y argentinas. En el Siglo XXI no podemos seguir permitiendo que haya gente sin cloacas ni agua potable.
Es clave que pongamos el acento en nuestros jóvenes, que podamos acompañarlos desde el Estado en el ingreso al mercado laboral, en su formación profesional, en sus intereses como ciudadanos y ciudadana
Por último, quiero mencionar las políticas relacionadas con niñez y adolescencia que también dependen de nuestro Ministerio. Estamos trabajando en la creación de 800 nuevos jardines para niños y niñas desde los 45 días a los 5 años, con el objetivo de lograr que la todos y todas tengan la posibilidad de ingresar al sistema educativo desde los primeros pasos y así disminuir drásticamente la desigualdad. En la Argentina todos y todas debemos partir del mismo lugar, con las mismas oportunidades.
Es clave que pongamos el acento en nuestros jóvenes, que podamos acompañarlos desde el Estado en el ingreso al mercado laboral, en su formación profesional, en sus intereses como ciudadanos y ciudadana. Queremos que puedan forjar su futuro y que puedan planificar con esperanza en un país que crece con todos y todas adentro. Para ellos y ellas que están entre los 18 y los 29 años creamos el programa Potenciar Inclusión Joven que otorga becas de hasta doce meses en las que reciben 8500 pesos para poner en marcha proyectos productivos o comunitarios o culturales.
Brindo entonces con ustedes por todo lo que logramos, pero sobre todo brindo por poder proponerles un camino sólido para el año que empezaremos a transitar. Un año que sabemos será difícil, pero para el que estamos preparados. Brindemos por la reconstrucción de la Argentina.
*Ministro de Desarrollo Social de la Nación.