En un caso inédito para el país, el 3 de junio pasado, un colaborador de identidad reservada dio detalles sobre las operaciones de blanqueo de capitales en Argentina del capo narco colombiano José Byron Piedrahita Ceballos, una pieza clave del cartel de Cali. Conocido como “El Patrón de Caucasia”, está preso en Estados Unidos, donde enfrenta un proceso por corrupción.
El testimonio desencadenó que este viernes, el juez federal de Morón Néstor Barral, lo procesara con prisión preventiva, lo embargara por 200 millones de pesos y ordenara el decomiso de sus bienes, que representaran unos 3,5 millones de dólares. Además, pidió su extradición a Colombia.
Las revelaciones del testigo confirmaron la trama del lavado narco, que comenzó en 2008 y continuó hasta septiembre de 2017, a través de una estructura ideada por el emprendedor inmobiliario Mateo Corvo Dolcet. Según la Justicia, el entramado contó con la “colaboración esencial” del ex futbolista Mauricio “Chicho” Serna y la viuda y el hijo de Pablo Escobar, María Isabel Santos Caballero y Sebastián Marroquí Santos, respectivamente.
Los detenidos por narcotráfico en Argentina llenarían 21 Gran Rex
El caso había salido a la luz tras la detención en Colombia del reconvertido ganadero, el 29 diciembre de 2017, tras una investigación conjunta de la PROCUNAR, la oficina argentina de la DEA, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (dependiente del Departamento del Tesoro de EEUU), bajo supervisión del Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullirch.
En Argentina, personal de la Unidad de Operaciones Especiales Antidrogas de la Gendarmería Nacional, detuvo a Mateo Corvo Dolcet, señalado como el hombre que desarrolló la arquitectura del blanqueo de capitales para Piedrahita Ceballos. En el procedimiento, también se detuvo a los presuntos testaferros: María De Los Ángeles Verta, María Gabriela Sánchez, Marcelo Gustavo Pera, Antonio Pedro Ruíz y Esteban Adrián Delrio.
José Byron Piedrahita Ceballos
Del testimonio del imputado colaborador, se desprende que era un miembro del riñón operativo del “Cartel de Cali” y que dio sus primeros pasos en el mundo narcocriminal a fines de la década del 80’, cuando por cuestiones laborales vinculadas con la ganadería, se topó con los líderes de esa organización: los hermanos Rodríguez Orejuela. Se convirtió en su hombre de confianza y se encargó de fabricar cocaína en diferentes laboratorios de Colombia.
Se le atribuye el haber puesto en circulación en el mercado financiero argentino, con el objetivo de otorgarle apariencia lícita y mediante la compra-venta de participaciones accionarias y bienes muebles e inmuebles, las sumas de -al menos- U$S 3.081.164 y $1.713.035,15, dinero que “generó a partir de una serie de maniobras de tráfico ilícito de drogas que desarrollara desde -cuanto menos- el año 1990 en la República de Colombia y los Estados Unidos de América”, indica el procesamiento al que tuvo acceso PERFIL.
“El Árabe” está incluido en la lista “Foreign Narcotics Kingpin Designation Act”, elaborada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos –en la cual el gobierno de ese país incluye a personas físicas o jurídicas que considera que ocupan u ocuparon un rol de relevancia en el tráfico internacional de estupefacientes-, por considerar un “patrón” de organización narcocriminales colombianas, y por inferir que había colaborado con el conocido grupo criminal colombiano denominado “La Oficina de Envigado”.
Piedrahita registraba, a la vez, vinculaciones directas con los carteles de Medellín y Sinaloa; y se encontraba prófugo desde el año 1997, en virtud de un pedido de detención emanado por una Corte Federal del Distrito Oeste del Estado Norteamericano de Virginia.
Mateo Corvo Dolcet
Fue el hombre encargado de la ingeniería del blanqueo. Fue el representante y punto de contacto central a nivel local de Piedrahita Ceballos. El juez cree que coordinó las maniobras en las que participaron de su esposa, María de los Ángeles Verta, la escribana María Gabriela Sánchez y Antonio Pedro Ruíz.
Su nombre está detrás de “Distry Panamá S.A.”, “Insula Urbana S.A.” (Unificación de las empresas “DUAC S.A.”, “EMBAPRI S.A.”, “Anexo Calle Chile S.A.” y “Proyecto Calle Chile S.A.”), “Pilar Bicentenario S.A.” (Ex “Las Recovas del Pilar S.A.”), “MCD Inversiones y Representaciones S.A.”, “Tango Suite S.A.” y “Club Monserrat S.A.”, en las que el narco colombiano “inyectó diversas sumas dinerarias, ya sea de manera directa, por medio de aportes de bienes inmuebles, o por canales que al día de hoy resultan desconocidos”.
Se trata de emprendimientos inmobiliarios ambiciosos y millonarios desarrollados por Corvo Dolcet en el partido de Pilar, como la construcción de un de 400 plazas de estacionamiento lindero a la nueva estación “Panamericana” del tren Belgrano Norte, que también estarían a cargo, un proyecto que fue aprobado por el por el entonces ministro del Interior y de Transporte de la Nación, Florencio Randazzo.
También comenzó la construcción de un imponente emprendimiento urbanístico, de características similares a Puerto Madero, valuado en 400 millones de dólares, según contó el mismo emprendedor en una entrevista.
El esquema también implicó actividades de producción de espectáculos de tango y degustaciones gastronómicas, encabezadas por Ruíz, su consorte de causa. En este rubro entra el Café de los Angelitos y espectáculo Rojo Tango, que se desarrollaba en uno de los salones del Hotel Faena.
Mauricio “Chicho” Serna
El ex futbolista de Boca tuvo para Barral una participación esencial. El 4 de noviembre de 2008, Piedrahita adquirió de Gabriel Rojas Jaramillo y Mauricio Alberto Serna Valencia, los inmuebles ubicados en el edificio “Torre Paddock” (de la Lucila) y el lote del paraje denominado “El campito” (Club de Campo San Diego de la localidad de Moreno), respectivamente.
Los fiscales de la causa -Diego Iglesias, Sebastián Basso y los agentes de la Procelac, ahora a cargo de Mario Villar- consideran acreditado que la operación fue una maniobra denominada “cambalache (intercambio de bienes), en la que habría estado implicado Carlos Mario Aguilar, alias “Rogelio”, ex jefe de la Oficina de Evigado.
El colaborador aseguró que Serna era testaferro de “Rogelio”, a quien Piedrahita conoció en el seno de esa misma organización. Explicó que desde la “Oficina de Envigado” “ se manejaban todo lo que eran cuentas del cobro del narcotráfico y también del narcotráfico… se movía. Eso fue una oficina que creó Pablo Escobar en su época y luego siguió”.
María Isabel Santos Caballero y Sebastián Marroquín Santos
Los nombres de la viuda de Pablo Emilio Escobar, Victoria Eugenia Henao Vallejo, y el hijo de ambos, Juan Pablo Escobar Henao (quienes pasaron a llamarse María Isabel Santos Caballero y Sebastián Marroquín Santos, al refugiarse en el país), aparecieron sorpresivamente ante los ojos incrédulos de los detectives que allanaron la casa de Corvo Dolcet.
Un contrato hallado en la vivienda del organizador del blanqueo, puso de manifiesto la participación de la familia del líder del Cartel de Medellín en la trama. Madre e hijo son señalados como el nexo entre el argentino y el “Patrón de Caucasia”.
No lo hicieron gratis, el documento que suscribieran el 15 de febrero de 2011, aclaraba que, por presentar a Corvo Dolcet y a Piedrahita, ellos percibirían una comisión del 4,5 por ciento de lo invertido el colombiano, en los negocios inmobiliarios que se desarrollarían en Pilar.
El arrepentido aseguró que Santos Caballeros y Marroquín Santos no podían desconocer el origen ilícito del dinero y la relación de Piedrahita con el Cartel de Cali. En primer lugar, porque la hermana de la viuda de Escobar, trabajaba junto a la mano derecha de los hermanos Orejuela.
En segundo lugar, Piedrahita y Santos Caballeros habían estado en una de las reuniones en las que se negoció el procesó de paz en Colombia, tras la muerte de “El Patrón del Mal”. En ese encuentro, participaron los jefes del Cartel de Cali y otros narcos de peso.
Por último, porque “el mundo del narcotráfico era muy pequeño y todos se conocían entre sí”, dijo con simpleza el colaborador.
No es todo. También se les atribuye “haber desarrollado una secuencia de actos durante los años 2011 y 2012, que se encontrarían directamente relacionados con el blanqueo de capitales”, indica el procesamiento.
Repercusiones
“Es algo histórico. A través de una investigación excepcional, con cooperación de los tres países y múltiples agencias nacionales e internacionales, se logró recuperar de manera definitiva, en favor del Estado Argentino y de todos los ciudadanos, el producto del narcotráfico”, celebró Bullirch al conocerse la decisión de Barral.
“Este caso demuestra una vez más el compromiso firme de las autoridades argentinas de luchar de manera coordinada, y en cooperación con otros países, contra las mafias del narcotrafico y el lavado de activos. Confirma, además, la voluntad del Estado de despojar a los criminales de sus bienes y recuperarlos en favor de los argentinos, haciendo uso de todas las herramientas legales a disposición”, explicó Mariano Federici, presidente de la UIF, en el mismo sentido.
CDL EA