El abogado de Maximiliano González, el policía detenido y acusado por el asesinato de Luciano Olivera, de 16 años, que tuvo lugar en la localidad balnearia de Miramar, aseguró que al efectivo "se le escapó" el disparo que terminó de manera trágica con la vida del adolescente.
Lautaro Reúsa, abogado del policía de 25 años, afirmó que su defendido "jamás apuntó" contra el joven con su arma reglamentaria. "Él refiere en todo momento que nunca apuntó con su arma; sí que la llevaba montada, pero que no apuntó hacia el cuerpo de Luciano", dijo el letrado en diálogo con el canal de noticias TN.
González está acusado por “homicidio agravado por su condición de funcionario policial”, un delito que prevé una condena a prisión perpetua. Por consejo de sus abogados, se negó a declarar ante la fiscal Ana María Caro, quien después solicitó que continúe detenido y sea alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, a unos 15 kilómetros de Mar del Plata.
Reúsa dijo que González no declaró aún ante el fiscal de la causa porque restan completarse algunas medidas de prueba. "Hasta el momento están las primeras diligencias realizadas por la Policía Federal, que eran las pruebas testimoniales. Faltan la planimetría del lugar y el informe preliminar de autopsia, elementos que consideramos importantes", detalló.
Ordenadas por la fiscal, este martes 14 de diciembre se realizarán pericias en el arma utilizada por Maximiliano González. Las mismas se llevarán a cabo en el Instituto de Ciencias Forenses de Mar del Plata, dependiente del Ministerio Público.
Según los resultados de la autopsia, que se conocieron el fin de semana, el chico tenía un orificio de bala de entrada y salida. El proyectil, que supuestamente disparó el oficial González, “le perforó el corazón y el pulmón derecho en la parte inferior”.
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En el dia de ayer, el Ministerio de Seguridad bonaerense Sergio Berni desplazó al jefe de la Policía de Seguridad Comunal de General Alvarado, para facilitar la investigación por el asesinato del adolescente de 16 años.
De esa manera, el comisario Edgardo Vulcano, quien había sido designado en el cargo en marzo de 2021, fue relevado de sus funciones y reemplazado por el comisario inspector José Ramón Segovia, que se desempeñaba en la Superintendencia de Seguridad Región Atlántica II.
El asesinato de Luciano Olivera
En la madrugada del viernes 10 de diciembre, cuatro policías a bordo de un patrullero interceptaron la moto Yamaha 125 en la que circulaba el joven de 16 años para identificarlo, según argumentan.
Al patrullero se le cruzó otro móvil y el efectivo Maximiliano González descendió del mismo y realizó un disparo en el tórax, que resultó mortal.
Su abogado aseguró que de los testimonios recogidos se entiende que “no hubo forcejeo” y que a González "se le escapó el tiro", cuando el adolescente se dirigió hacia uno de los patrulleros.
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Por el momento, son varios los interrogantes que rodean el hecho que culminó con su muerte. El chico circulaba en moto cuando habría intentado huir del control y, según contó una tía de Luciano, su sobrino "se asustó" al ver a los uniformados porque no tenía registro para conducir la motocicleta.
"Lo mataron de la nada", aseguró su tía, y dijo que la familia está "arruinada". "Esas cosas no se hacen, de sacar un arma y pegarle un tiro a alguien", dijo, al tiempo que definió a Luciano como "un buen chico, que iba a la escuela y no tenía maldad".
Luciano vivía junto a su mamá, su padrastro y una hermana pequeña en una casa del barrio Parquemar de Miramar, en la localidad del Partido de General Alvarado.
Lucas y Luciano, y un pedido para terminar con la violencia policial
Lucas González y Luciano Olivera, casi de la misma edad, fueron víctimas en muy poco tiempo de dos asesinatos en los que hay policías implicados por “gatillo fácil”.
"Lamento en el alma lo que pasó con Luciano. Es como volver a vivir lo de mi hijo", aseguró Cintia, la mamá de Lucas, en una entrevista radial de la que también participó el abuelo de Luciano. "Esto tiene que terminar ya", pidió en referencia a la violencia policial.
Carlos, abuelo de Luciano, aseguró que al adolescente le dispararon a matar. "Fue una injusticia lo que pasó. La Policía no avisó ni nada, sino que vinieron los chicos corriendo a la casa de la madre a avisarnos", dijo.
Su abuelo denunció además que el adolescente fue baleado a la 1:30 de la madrugada, mientras que "recién a las 3 de la mañana pidieron ayuda a la ambulancia", por lo que puso en duda el accionar de los policías durante esa hora y media.