Un joven que presuntamente estaba a punto de incendiar un auto estacionado en el barrio porteño de Palermo fue detenido por la Policía Federal, que de esta manera evitó un nuevo ataque del grupo conocido como “quemacoches”.
El sospechoso, de unos 20 años y con antecedentes por robo, fue apresado en el cruce de la avenida Juan B. Justo y Costa Rica, cuando ya había puesto trapos con alcohol en un vehículo marca Honda. Sin embargo, fue liberado horas más tarde debido a que el intento fue fallido y, por lo tanto, no hay delito, señalaron fuentes judiciales.
Esta no es la primera vez que la Policía detiene a personas que estarían relacionadas con los ataques. En los últimos meses fueron apresados otros tres jóvenes que tenían en su poder bidones, combustible y fósforos, pero debieron ser liberados porque no fueron apresados “in fraganti”. Un vocero policial explicó que “los detenidos no tenían vinculación entre sí, carecían de antecedentes, y no eran de ningún grupo anarquista como el que se atribuyó los ataques por internet”. Es que tras un incendio en Villa Ortúzar, apareció una supuesta organización denominada “Amigxs de la Tierra\Federación Anarquista Informal” que dijo haber quemado un centenar de coches este año, principalmente de las marcas Mercedes Benz, BMW y Alfa Romeo.
Según el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se está avanzando en la investigación para atrapar a los responsables y precisó que “saben lo que hacen y trabajan donde no hay cámaras de seguridad”.
De acuerdo a datos difundidos por la agencia Télam, los investigadores de los últimos ataques sospechan que hay un “efecto contagio” y que no existe ningún grupo organizado detrás de los siniestros.
Los ataques comenzaron en 2011, pero se incrementaron en 2013 y tuvieron como blanco a autos de alta gama.
Vecinos de los barrios más afectados, como Villa Urquiza, Belgrano o Núñez, relataron que previamente escucharon o vieron un ciclomotor con dos jóvenes que gritaban o se reían y luego se escuchaba la alarma y se producía el siniestro. Otro investigador indicó que la seguidilla de incendios “también es aprovechada por algunos autos para cobrar el dinero al seguro” y que en algunos casos, como el siniestro de un New Beetle ocurrido el lunes pasado, se trató de un auto robado y quemado para borrar huellas.