Una empresa de eventos de la provincia de Mendoza enfrenta múltiples denuncias por presuntas estafas a familias de estudiantes de al menos seis colegios secundarios en Mendoza, quienes habían pagado anticipos por sus fiestas de egresados que finalmente no se realizaron.
Algunos casos contra la empresa de eventos “Ok Catering, Eventos & Egresados MDZ” fueron difundidos en redes sociales, lo que permitió exponer situaciones similares y generó indignación por el impacto económico y emocional en los egresados, quienes ya habían invertido en vestimenta, maquillaje y otros preparativos.
Al momento, las familias reportaron pagos significativos: aproximadamente $3.505.000 por cerca de 200 invitados o entre $70.000 y $83.000 por alumno, con anticipos entregados desde abril. Sin embargo, al llegar a salones como Casa Balear en Rodeo de la Cruz, los asistentes se encontraron con los lugares vacíos, sin comida suficiente (“5 kilos de carne para 250 personas y dos packs de gaseosas”), sin decoración ni servicios contratados.
Después de esto, el dueño de la empresa, apellidado Morales según los denunciantes, dejó de responder comunicaciones y desapareció, afectando también otros eventos como cumpleaños de 15 y casamientos, dejando a proveedores y fotógrafos sin pago.


Los egresados asistieron acompañados por sus padres a la Casa de Gobierno para la sesión de fotos tradicional y allí, en ese momento, recibieron la información de que el dueño de la empresa “había sufrido un accidente y que se suspendía la fiesta”. Aun así, al llegar al salón, los acompañantes comprobaron que “no había pagado absolutamente nada. No había banquete, no había DJ, solo unas bebidas y comidas que habían quedado de un evento anterior”, relató una madre.
Agregó otra madre: “Compartíamos la fiesta con una escuela de Beltrán y cuando llegamos, el dueño nos dijo que no había nada reservado y solo nos podía abrir la mitad del salón, ya que Morales había pagado parcialmente”. Dentro de los problemas reportados se mencionaron la ausencia de mozos, seguridad, decoración, bebidas, catering completo y servicios audiovisuales como DJ y cabinas de fotos.
Causa One Coin: se suma un nuevo detenido mientras 11 acusados acordaron penas con la Fiscalía
De momento, la Unidad Fiscal de Delitos Económicos e Informáticos, del Ministerio Público Fiscal, investiga las denuncias formales contra el dueño y posibles cómplices dentro de su estructura. Se sospecha que podrían existir maniobras coordinadas con proveedores o colaboradores, configurando un “clan” que permitía la estafa de eventos.
Salones como Casa Balear, Quinta Bancaria y Los Olivos también están bajo revisión, ya que ofrecieron promociones sin verificar los pagos completos, lo que permitió que otras escuelas y familias resultaran afectadas.
Cuáles fueron las otras denuncias por irregularidades en fiestas en Mendoza
La primera denuncia conocida corresponde a la organización de la fiesta de 15 años de dos hermanas gemelas, contratada a la misma empresa. Su mamá, Mónica, pagó un total de 10 millones de pesos, incluyendo 800 dólares entregados días antes del evento, y esperaba que el salón, el catering, los mozos y otros servicios estuvieran disponibles.
Aunque, el mismo día de la celebración, a las 19, el personal encargado de transportar el mobiliario alertó que no había nadie en el salón y que no podía ingresar. El dueño no atendió los llamados y envió una foto de un auto chocado diciendo que había tenido un accidente, que luego se comprobó que era antigua.
Después, al llegar al lugar, la familia constató que no había globos, mesas, mozos ni cocinas habilitadas y, Mónica agregó: “El salón era lo único que había pagado Morales”. La mujer primero contuvo a sus hijas y luego avisó a los invitados que no fueran. “El jueves anterior a la fiesta le entregamos en mano a Morales los últimos 800 dólares. En total pagamos 10 millones de pesos”, explicó mientras reunía pruebas para la denuncia.

Luego, otro caso que destapó el escándalo, corresponde a los egresados de la escuela rural N.º 4‑215 “Buenos Vecinos”, de Colonia Segovia. Allí, los 29 alumnos contrataron a Mauricio Morales a través de Facebook para su fiesta, que incluía banquete, filmación, cabina de fotos, túnel de neón, mesa dulce, candy bar y servicio de batea.
A juicio de una madre: “Los chicos tuvieron que cancelar el 50% en mayo, que salía $46.000, pero luego los padres fueron pagando otros importes”. En total, los padres pagaron entre $69.000 y $82.000 por cada entrada. Además, contrataron la batea para trasladar a los alumnos desde Colonia Segovia hasta el salón por $530.000 adicionales.
Por presuntas estafas de concesionarias de motos hay 16 detenidos en 25 allanamientos
De hecho, el día de la fiesta, al llegar al salón, los padres notaron que el servicio no estaba preparado para los 250 invitados. Rebeca explicó: “Mauricio estuvo en el salón, pero dijo: ‘Me voy a bañar y vuelvo’”. No había organización, ni indicaciones para los alumnos, quienes habían preparado una coreografía.
La comida ofrecida fue insuficiente y de mala calidad. Rebeca detalló: “Solo había cinco bandejas de pizzetas y gaseosas calientes en vasos plásticos. En la cocina había unos 5 kilos de carne cruda, 12 chorizos, 20 masitas dulces y dos helados para celíacos. Nada más".
Además de los 250 invitados, llegaron otros 50 que habían pagado solo el baile. Algunos padres actuaron como seguridad y reunieron dinero para comprar empanadas y bebidas. Morales llegó en su auto durante la noche, dijo que iba a hablar con algunos padres, pero al enterarse que estaban afuera, se retiró sin que pudieran llamar a la policía.
MV / EM