"Se me fue de las manos". Abrumado por las pruebas en su contra, Fernando Coronel, un cordobés de 42 años que trabaja en una empresa de servicios de catering, se quebró y les confesó a los policías que lo acababan de detener que había matado a su amante. Como no lo dijo en una indagatoria su declaración no tiene validez legal, aunque para los investigadores del caso se trata de un indicio más de todos los que consiguieron incorporar al expediente.
Coronel aparece en un video empujando un baúl de madera en el que supuestamente traslada el cadáver de Beatriz Carina Bustos (42), con quien aparentemente mantenía una relación extramatrimonial.
Las imágenes fueron difundidas por Eldoce.tv. Coronel es tomado por una cámara de seguridad del edificio en el que vivía la víctima, ubicado en las calles Artigas, entre 27 de Abril y Caseros, una zona céntrica de la ciudad de Córdoba, cerca del Palacio de Justicia.
Con campera, jogging y barbijo arrastra el baúl por el pasillo del hall hasta dejarlo cerca de la vereda. Cuando aparece en cuadro amaga con salir a la calle pero enseguida retrocede, busca algo en sus bolsillos y luego sí toma coraje.
Según el registro de la cámara, son las 18.30 del lunes 11 de mayo. Se supone que en el interior de ese baúl que empuja Coronel está el cuerpo de Bustos, a quien habría estrangulado el día anterior en medio de una discusión.
Fuentes policiales indicaron que el femicida habría comprado el cofre en una mueblería cercana poco antes de iniciar el traslado del cadáver. Con el cuerpo en la parte trasera de su auto se detuvo en una estación de servicio y llenó dos bidones con nafta.
Los investigadores lograron reconstruir el recorrido que Coronel realizó antes de arrojar el cuerpo y prenderlo fuego en un basural a cielo abierto ubicado en las calles Aviador Valenti y Sargento Gómez, en un predio cercano de la Escuela de Suboficiales de Aeronáutica.
Con el combustible en su poder fue hasta la casa de un dealer de drogas conocido, según información que publicó el Diario La Voz. Le ofreció dinero para que lo ayudara a prender fuego un perro muerto. Y él vendedor aceptó.
Cuando supo que la Policía había hallado un cuerpo calcinado en el mismo lugar donde habían prendido fuego el baúl, se dio cuenta que se trataba del mismo caso. Pero no hizo la denuncia. Se lo contó a un amigo y el dato rápidamente llegó a los detectives que estaban investigando el crimen.
El cómplice fue demorado y terminó guiando a los investigadores para que pudieran dar con el supuesto femicida. Cuando llegaron al edificio de la calle Artigas y revisaron las cámaras de seguridad corroboraron parte de la versión que les había contado: un hombre aparecía arrastrando un baúl en el hall de la torre Ansenuza 6. Era Coronel.
Los voceros dijeron que a partir de las pruebas reunida el fiscal Ernesto de Aragón pidió la detención del supuesto amante de Bustos. Lo detuvieron en su casa, delante de su esposa. Desde ayer está preso en la Unidad Penitenciaria N° 9, del barrio Cáceres.
LN/MC