El juez Claudio Bonadio rechazó adelantar el juicio oral contra Cristina Kirchner en la causa en la que se investiga la venta de dólar futuro. Para el magistrado, el argumento utilizado por la defensa de la ex presidenta es “político” y no se ajusta a derecho.
Bonadio ya había dicho a la prensa que el requerimiento de CFK de ir a juicio lo antes posible era una maniobra política. Y ayer lo puso por escrito. El juez opinó que el planteo, elevado por el abogado Carlos Beraldi, es “impertinente, extemporáneo y carente de estilo”. Se trata, para él, de “una alegación política”.
“El proceso de elevación a juicio con posterioridad a la confirmación de un procesamiento tiene tres pasos que no pueden ser soslayados y por tanto se deben respetar”, escribió el juez.
Cristina Kirchner resolvió no apelar el procesamiento y el embargo que le trabó Bonadio en la causa, confirmado por la Sala II de la Cámara Federal, para sostener su pedido de ser sometida a juicio oral y público a la brevedad. Sin embargo, para el magistrado no están dadas las condiciones.
En paralelo, el juez libró un oficio a la Unidad de Información Financiera (UIF) para saber si funcionarios del gobierno de Mauricio Macri se beneficiaron con la compra de dólar futuro, algo que remarca la ex presidenta. El argumento de CFK es que fue la administración de Cambiemos la que devaluó e hizo negocio con la compra de dólar futuro, a sabiendas de cómo iba a estar el tipo de cambio.
El juez pondrá la lupa sobre Gustavo Lopetegui (jefatura de Gabinete), José Torelo (asesor de Macri), Pablo Curat (Banco Central), Martín Lousteau (embajador en Estados Unidos) y Miguel Galuccio (YPF). Además, solicitó los mismos informes sobre las empresas “amigas” del Gobierno, como Caputo, Pegasus Argentina, Asatej y Chery Socma.n