“En el debate en Brasil a (Jair) Bolsonaro le fue muy mal, después recuperó votos cuando lo acuchillaron”. Las palabras del consultor Guillermo Raffo –quien vive en el país vecino y tuvo varias charlas con la candidata de Juntos por el Cambio– aún resuenan en la mente de Patricia Bullrich y sus principales colaboradores. En especial: cómo se dio el ascenso al poder de Bolsonaro para intentar trazar un paralelismo con Javier Milei.
En ese marco, el jefe de la campaña bullrichista, el legislador Juan Pablo Arenaza, dispuso un equipo especial comandado por el economista Martín Siracusa –ex funcionario de Seguridad– junto a veinte asesores con el fin de ensayar para los dos debates presidenciales que se darán antes de las elecciones de octubre. Ya se alquilaron los estudios donde la candidata practicará las distintas instancias del debate público. Histriónico, el diputado Hernán Lombardi – uno de los integrantes de la mesa política bullrichista– sería el elegido para representar a Milei en los ensayos. Es capaz de imitar el discurso y hasta las formas con prestancia. Salvo el pelo.
Los dos debates están fechados para el 1° de octubre en la Universidad Nacional de Santiago del Estero y el otro, una semana después en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Con todo, en el comando de campaña observan un escenario similar al de las PASO. “Está llegando el voto de Larreta”, aseguran. Y dicen que aún “falta mucho”, pero que el máximo objetivo hoy es llegar al ballottage con Milei. Creen que JxC puede recuperar más de cinco puntos que fueron al libertario y eran del espacio. “Milei le come más al PJ que a nosotros”, dicen en la Provincia.
En ese contexto, se armó un debate interno en JxC sobre qué hacer con el libertario. Como consigna general hay acuerdo en “no correr atrás” de la agenda de Milei e intentar instalar sus propias temáticas. Por caso: la llegada de Carlos Melconian, cree Bullrich, la depositó nuevamente en el centro de la escena. También las propuestas y las temáticas vinculadas a la seguridad, donde el economista no hace pie.
De todas maneras, el ala más macrista del bullrichismo cree que hay que polarizar de manera directa con Sergio Massa (algo que ya está ocurriendo), mientras que otro sector se inclina por criticar abiertamente a Milei, como ya lo expresó Nicolás Massot, candidato a diputado por la Provincia, esta semana.
En esa discusión viene predominando la polarización con el oficialismo bajo la consigna que JxC es “el único espacio capaz de terminar con el kirchnerismo”, en especial, si gana la Provincia con Néstor Grindetti (quien se casó ayer en Pilar). Sin embargo, el candidato a vicepresidente, Luis Petri, así como Arenaza y el consultor Derek Hampton optaron por un camino intermedio. “Por ejemplo, cuando Milei plantea cerrar el Conicet nosotros salimos con que la Argentina tiene Premios Nobel en ciencia y lanza satélites”, aseguran en el bullrichismo.
Por lo pronto la tensión en JxC sigue: sin estridencias esta semana desplazaron al larretista Franco Mocchia de la presidencia de la Fundación Pensar y Bullrich designó a la abogada Silvina Martínez en reemplazo para la coordinación.
Paralelamente la elección de la larretista-monzoísta Silvia Lospennato para el segmento “mujeres” generó un vendaval de críticas internas. Todo terminó con una mesa donde Lospennato no tendrá el protagonismo anunciado como vocera.
Hoy Bullrich estará en Santa Fe junto al radical Maximiliano Pullaro, quien se encamina a ganar la gobernación. También tiene previsto estar con Alfredo Cornejo en Mendoza y con el radical Leandro Zdero en Chaco. Todos posibles triunfos que podrían animar su candidatura.
