Su partida estaba planificada para estos días, tal como adelantó PERFIL en su edición del 20 de julio pasado. Pero hoy, con la economía desordenada y en medio de los cambios en el Banco Central, en su entorno especulan con que terminará postergando su partida al menos hasta fin de año.
Aquellos que visitaron en las últimas horas su despacho lo escucharon esgrimir una definición temporal sobre su salida del Gobierno: no cree que levantará la copa para brindar por el Año Nuevo con el cargo de ministro coordinador. El 2015 lo recibirá en su provincia, a donde ya tiene claro que volverá en cualquier momento, sólo a la espera de que Cristina Kirchner encuentre un reemplazo para sentar en su sillón del primer piso de la Casa de Gobierno.
Sus asesores tejen por estos días un plan para evitar la agonía de una salida demorada de su cargo. Estudian los alcances legales de postergar las elecciones primarias y obligatorias de Chaco para junio o julio, hoy establecidas por un decreto del gobernador suplente para el 8 de marzo. Si Capitanich se queda hasta fin de año, como mínimo, necesita posponer al menos noventa días las PASO en su distrito.
Desde hace semanas, Capitanich ya montó una especie de “doble comando” en su despacho. Se ocupa de coordinar los ministerios, pero dedica varias horas diarias a apagar los incendios de la provincia, muchas veces apenas con un SMS desde su iPhone.
Fue en una de las últimas charlas con la Presidenta, cuando el chaqueño le planteó la necesidad de cambiar la fecha de los comicios provinciales para ganar tiempo.
El próximo martes, casualmente, la jefa de Estado recibirá a varios gobernadores, entre ellos, al suplente Bacileff Ivanoff. Es posible que Cristina en persona le pida al mandatario provisorio que postergue los comicios en el Chaco. Capitanich ganaría tiempo para ordenar su provincia y Cristina, para encontrarle un reemplazo.
“El jefe de Gabinete que venga tiene que ser muy compatible con la Presidenta”, ilustran en la Casa Rosada sobre el reemplazo de Coqui. Hace tiempo se habla de que ese cargo podría ser para La Cámpora. El plan es acorde con la búsqueda de la Presidenta de gobernar el último año con aquellos que sean menos permeables a los cuestionamientos a la hora de acatar las decisiones de la cúpula K.
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