Ella lo había anticipado: “Hablo ahora para no tener que hablar con la campaña en marcha”. Elisa Carrió terminó el año hecha una furia, con críticas por doquier de las que incluso no se salvó ni Mauricio Macri. Pero volvió de Punta del Este hecha una seda y cumpliendo con lo que había anticipado: la campaña, en los hechos, ya está en marcha, por lo que empezó a dar señales de distensión. Eso no quiere decir, sin embargo, que no se puedan esperar más críticas, aunque ahora quedarán enfocadas en medidas particulares o en funcionarios a quienes tiene en la mira.
“El año va a tener una dinámica parecida a lo que fue 2017. Ella dejó claro que este año tenemos que estar todos juntos, porque hay que ganar las elecciones”, reflexionó uno de sus laderos, horas después de concretada la reunión con Marcos Peña, el jueves en su casa de Exaltación de la Cruz. “Pero por supuesto que si en el medio hay que criticar algo puntual, se va a criticar, pero ella va a estar mucho más concentrada en estar todos abroquelados que en criticar”, agregó. De todas formas, el momento de cierre de listas va a tener que ser seguido de cerca. Es sabido que Carrió no tiene problemas en tensar la cuerda para negociar.
Volvió Carrió: "Voy a trabajar por la reelección de Macri pero no vamos a ser cómplices"
Justamente, en la reunión con Peña uno de los temas abordados tuvo que ver con la necesidad de que Cambiemos siga demostrando que se puede ser parte de una coalición y mostrar diferencias internas. En las más de dos horas que duró el encuentro en la casa de Lilita tocaron temas bien coyunturales, como el panorama electoral y la situación interna en las provincias, como más globales, vinculados a la política internacional y la irrupción de figuras como Jair Bolsonaro. En el medio, Carrió destacó la importancia de que todos en Cambiemos entiendan que una coalición política puede hacer públicas sus diferencias (incluso habló de eso como una enseñanza cultural que debería dejar el espacio). “Para ella eso siempre fue una fortaleza de Cambiemos”, expresan a su alrededor. En otras palabras, las críticas seguirán, lo que bajará es la intensidad. Y volverá a lo que fue su postura en los primeros años de mandato: Macri quedará a salvo.
Con el jefe de Gabinete destacó que en la alianza se expongan las diferencias
La relación entre el Presidente y Lilita quedó resentida y todavía no volvieron a hablar después de las últimas críticas. En su cumpleaños, la última semana de diciembre, Macri le mandó un saludo a través de Juliana Awada. Este miércoles, la chaqueña estuvo reunida con Horacio Rodríguez Larreta, a quien le pidió que le mande un beso a Macri (sabía que se juntaban ayer en Cumelén). Le pidió, además, que le transmita todo lo que venían hablando, sobre todo su postura de no ser candidata pero estar dispuesta a trabajar por su reelección.
Quienes no van a poder respirar tranquilos son los ministros. Carrió ya dejó advertencias para tres: Patricia Bullrich, Dante Sica y Nicolás Dujovne. A otro lo tiene entre ceja y ceja: Germán Garavano. Y hay dos a quienes defenderá de cualquier reducción de poder: Mariano Federici (UIF) y Leandro Cuccioli (AFIP).