La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibirá una mención de honor este viernes a partir de las 17 horas en Chaco, en plena ebullición de la interna del Frente de Todos. La expectativa es grande, sobre todo teniendo en cuenta qué dirá en su discurso mientras siguen los cuestionamientos contra el presidente Alberto Fernández.
Como si del cierre de un espectáculo de críticas se tratara, la ex mandataria estará en la ciudad de Sáenz Peña para recibir un título de Doctorado Honoris Causa, organizado por la Universidad Nacional del Chaco Austral donde estará el gobernador kirchnerista Jorge Capitanich, que sueña con la presidencia en 2023.
Allí se espera que hable y que ventile, de nuevo, los cuestionamientos hacia Alberto Fernández, que tuvieron como primer episodio de la semana el rosario de reproches de Andrés "Cuervo" Larroque. “Nosotros constituimos esta fuerza política, convocamos a Alberto y ganamos las elecciones, sobre la base de una intención de voto que era mayoritariamente hacia Cristina. Alberto no se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz”, fue una de las tantas frases fuertes del ministro de Desarrollo de la Comunidad.
"Seguimos gobernando, ellos hablan nosotros trabajamos”, fue la respuesta del entorno presidencial, que tiene además la orden estricta de no retrucar los cuestionamientos K. Sólo el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, fue el vocero esta semana del gabinete albertista. "Al Presidente no lo van a apretar con declaraciones estúpidas", le espetó a Larroque.
Este viernes por la mañana, sin embargo, intentó tender un puente para bajarle la espuma a los mensajes cruzados entre ambos sectores del panperonismo. "Estoy convencido de que a corto plazo se va a resolver", dijo sobre la incomunicación de la dupla presidencial. “Estamos discutiendo los intereses de los argentinos, yo no le quito importancia a ese tipo de discusiones. A veces no se ven las cosas de la misma manera y los debates hay que generarlos”, agregó en diálogo con El Destape.
Desde el gabinete nacional insisten en imponer una agenda de valorización sobre el crecimiento del empleo o en sectores como la construcción, para demostrar que hubo gestión a pesar de los números en rojo. Un ministro, sin embargo, aceptó, en un encuentro de jóvenes industriales, que los malestares son justificados.
“Ni los peronistas ni los anti peronistas están conformes con la Argentina de hoy. Tenemos que superar esas antinomias que no le sirvieron al país ni a nadie, y buscar construir un país distinto”, expresó el funcionario de Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, de corte kirchnerista pero cercano a Alberto Fernández por su lugar en el gabinete.
¿Mesa política para reunir al Frente de Todos?
Otros diputados frentetodistas como Carlos Heller y Leandro Santoro, pidieron el jueves y en simultáneo, crear una mesa política para zanjar las diferencias internas y resolverlas puertas adentro. En otras palabras, institucionalizar el Frente de Todos a nivel nacional, algo que sucedió en Buenos Aires pero con un dato relevante: hubo representantes de todas las terminales excepto del albertismo.
Triple empate entre Cristina Kirchner, Larreta y Patricia Bullrich en la carrera presidencial
Esta semana, los cuestionamientos que venían apuntando contra el ministro de Economía, Martín Guzmán, mutaron directamente hacia la máxima figura del Poder Ejecutivo. Incluso se ampliaron hacia los ministros de Producción y Trabajo, Matías Kulfas y Claudio Moroni. Lo que quedó claro es que al kirchnerismo le molestan los resultados del gobierno de cara al 2023, discursos a los que Alberto Fernández hace oídos sordos.
Como en cada aparición pública, Cristina Kirchner magnetizará la atención política sobre su discurso y marcará si la interna sigue escalando o si, finalmente, las disputas se zanjarán para gobernar lo que queda del mandato frentetodista.
GI CP
