El obispo de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín, repudió la represión a los trabajadores petroleros de ayer en Santa Cruz, la provincia del presidente Néstor Kirchner, donde una periodista resultó herida por balas de goma disparadas por efectivos de Gendarmería.
El prelado advirtió que "mientras la justicia social siga siendo una deuda, mientras la independencia de los poderes del Estado siga siendo un reclamo, también será constante la alteración de la paz social, con la correspondiente vigencia de la prepotencia, de la violencia, del encubrimiento y de la impunidad".
"Basta de violentación, basta de vulnerar los derechos. Necesitamos habilitar los caminos de la justicia, los caminos de la verdad, los caminos que solucionen de fondo los conflictos sociales", exigió monseñor Romanín, en un comunicado.
Tras asegurar que "un nuevo dolor nos indigna y nos convoca. Una nueva represión nos conmueve el corazón y nos afecta como sociedad", Romanín cuestionó que "la metodología de la represión, de querer acallar mediante la fuerza el reclamo de los trabajadores, está instalada en nuestra Provincia y se profundiza día a día alterando nuestras vidas". "El 21 de agosto les decía: 'Ni un herido más'.
"Hoy tenemos no sólo un herido más, como el caso de la periodista Adela Gómez, sino que ha sido atacada la libertad de expresión en forma directa, y ha sido privado de su libertad un trabajador, agravándose con todo ello aún más la situación", alertó.
Monseñor Romanín recordó que "el pueblo sigue reclamando sin ser escuchado. Sigue necesitando rápidas y justas respuestas de los gobernantes a los reclamos más urgentes, sin dilaciones".
"Que María, Virgen de Luján, nos ayude a mantener serenidad y a profundizar nuestro compromiso en este momento de la historia santacruceña", concluyó.
Fuente: DyN