Alberto Fernández habló de la necesidad de “trabajar unidos y juntos”, pero en el propio oficialismo explican que se trató de un mensaje a la población y no a la interna, que está lejos de acallarse. Horas después de la aprobación de la ley que permite el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el Presidente busca sacar de la agenda la deuda y avanzar hacia la pelea contra la inflación mientras la pelea en el Frente de Todos continúa.
El jefe de Estado volvió al interior del país y eligió la provincia de Tucumán para pasar la noche lejos de un Senado que convirtió en ley el proyecto que considera más importante en su gestión pero que dejó al descubierto una interna que será difícil de recomponer. Desde allí habló de unidad aunque no dio señales de hablarle al propio oficialismo, algo que en la intimidad del Presidente se encargaron de aclarar: “Estaba hablando del país”.
“Hay un tiempo de la Argentina que, de una vez y para siempre, debemos inaugurar, que es el tiempo de trabajar unidos, de trabajar juntos; ya tuvimos demasiados años para distanciarnos, para pelearnos, para marcar diferencias”, dijo el jefe de Estado desde la Casa de Gobierno de Tucumán. Estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el vicegobernador a cargo del Ejecutivo provincial de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
Este mensaje tiene más que ver con volver a mostrarse como un moderado y dialoguista que con la propia crisis interna que atraviesa el Frente de Todos. Al igual que al inicio de la gestión y alejado del kirchnerismo, el Presidente vuelve a apoyarse en los gobernadores y sindicatos, con los que planea sentarse la próxima semana.
El jefe de Estado promete que la deuda quedará afuera de la agenda y por eso días atrás definió instalar la pelea contra la inflación como la mayor preocupación del Gobierno. “Vamos saliendo de los problemas. Primero de la deuda con los acreedores privados, y ayer empezamos a resolver la deuda con el FMI. Deuda que heredamos y que seguramente de haber estado gobernando no hubiéramos tomado. Pero son problemas que tenemos que ir resolviendo”, señaló el Presidente desde el norte.
La votación en el Senado provocó un nuevo cruce interno. Aunque tuvo el voto positivo de la mayor parte del oficialismo y de la bancada opositora (56 a favor), el kirchnerismo aportó los votos negativos, algo que Fernández reprocha desde la votación en Diputados, cuando creyó que ganarían las abstenciones.
Sobre la nueva etapa que pretende inaugurar, el presidente, Fernández aseguró: “Hay cuestiones donde ya no tiene sentido que sigamos marcando esas diferencias y además no tiene sentido porque el problema ciudadano tiene otra magnitud y nos está reclamando de ese ceder, que cada uno ceda lo que tiene que ceder para poder lograr los resultados que falta que alcancemos”. Y agregó: “Tengo la impresión de que podemos estar viviendo un momento bisagra después de ir resolviendo problemas que son tantos que se van resolviendo y quedan en el olvido a los cinco minutos, pero nosotros vamos resolviendo y recibimos problemas que aún están pendientes de ser resueltos”.
En este sentido, le habló a la dirigencia política en general: “Lo que tenemos que hacer es unirnos para resolver los problemas porque todo tiene sentido en la política si se hace para mejorar las condiciones de vida de la gente, para otra cosa la política no tiene sentido, para eso tiene sentido que nosotros nos dediquemos a gobernar”.
También analizó su gobierno: “Sé que en estos dos años hemos dejado todo de nosotros para ir sorteando problemas que la Argentina tenía y los que fueron apareciendo, como la pandemia. Nosotros, que nacimos peronistas, cuando aparece un problema lo que hacemos es poner el pecho y enfrentarlo, pero quiero que todos los argentinos hagamos lo mismo, y podemos hacerlo; empezamos una etapa donde los encuentros deben ser lo corriente y no lo excepcional”, remarcó.
Aníbal Fernández, un defensor de Alberto en la interna
R.P.
Alberto Fernández tardó casi dos años en incorporar a Aníbal Fernández como ministro, y lo hizo recién después de la derrota electoral, cuando el kirchnerismo presionó por cambios en el gabinete. Desde que asumió y mientras la crisis interna se agudiza, el funcionario se muestra como un fuerte defensor del Presidente. A la contestación a Andrés “Cuervo” Larroque, el titular de la cartera de Seguridad le sumó el viaje a Tucumán con el Presidente, desde donde dijo: “Esto no es para cagones”.
En un acto de este viernes junto Alberto Fernández, el ministro de Seguridad habló sobre el delito pero también pareció un mensaje a la interna. “Son muchas las cosas por hacer, pero esto no es para cagones. Con todo el cariño del alma, les mando un gran abrazo. Fuerza a las fuerzas de seguridad y prepárense, que van a seguir muchas más cosas para que puedan tener elementos para defender a una provincia tan linda como Tucumán”, dijo.
Aníbal Fernández es uno de los funcionarios que hablan tanto con el Presidente como con la vicepresidenta. Sin embargo, el ataque al Senado por parte de un grupo de manifestantes contra el Fondo Monetario Internacional lo alejó de Cristina Kirchner.
Aníbal fue el encargado de responderle al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque. El funcionario bonaerense y dirigente de La Cámpora criticó al Gobierno por el silencio ante los ataques que sufrió la ex jefa de Estado en su despacho.
Pero además de su cruce con Larroque, a la ex jefa de Estado le hizo ruido una de sus declaraciones en la que admite que policía de civil custodia a la vicepresidenta sin que ella lo supiera.
“No somos los que reprimimos; somos los que respetamos pero con rigor y seriedad”, sostuvo Aníbal Fernández al participar junto al Presidente de la entrega de cien patrulleros y la firma de un convenio de colaboración para la construcción de dos alcaidías por casi 600 millones de pesos con el objetivo de avanzar en una solución a la crisis carcelaria en ese distrito.
En su discurso, el ministro se refirió también al trabajo que viene realizando junto a las fuerzas de seguridad federales: “Hemos puesto a cada una de las y los mejores, que estén a la altura de las circunstancias, que sean capaces de transformar una realidad dura que hoy nos toca vivir en algo que tenga que ver con la presencia del hombre y la mujer policía todos los días”.