No meterse en una pelea ajena, no tomar decisiones como rehenes de lo que haga el peronismo, garantizar la institucionalidad, mantener la unidad propia y no generar profecías autocumplidas. Esos son los cinco puntos centrales que vienen expresando los principales referentes de Juntos por el Cambio al analizar el escenario de fractura expuesta que evidencia el Frente de Todos.
En todas las conversaciones políticas de la última semana se habla de un solo tema: qué va a pasar con el Gobierno. Eso da lugar a un sinnúmero de especulaciones e hipótesis, algunas con sustento y otras más inverosímiles. Pero hay una pregunta que está detrás de esos diálogos en la oposición: ¿se puede seguir planificando la carrera electoral de 2023 con las mismas características?
La opción de pensar en un adelantamiento del calendario electoral enciende nerviosismos en las filas de JxC. Algunos, incluso, en la intimidad le ponen cuenta regresiva: “Los próximos 60 días serán decisivos”. “Mejor no generemos profecías autocumplidas”, se ataja un referente del PRO. “Un proceso electoral en medio de un caos es jodido”, anticipa un dirigente de la conducción radical. Es que en el principal espacio opositor están confiados en las chances que tienen de volver al poder en 2023. Todavía con sus guerras internas para definir liderazgos, tienen la certeza de que manteniendo la unidad sus chances se multiplican. Una aceleración de los plazos podría alterar los planes.
De todas formas, algunos ponen paños fríos a la hora de pensar los escenarios. En caso de renuncias del presidente y la vice, la línea sucesoria o quien defina la Asamblea Legislativa debe completar el mandato. Un adelantamiento de la elección debería votarse en el Congreso. Con tantas reminiscencias alfonsinistas de Alberto Fernández, están también los que recordaron que en 1989 las presidenciales se adelantaron de octubre a mayo. La versión que gana cada vez más adeptos es la de que el cristinismo impulsará un adelantamiento de la elección bonaerense. “Cristina sabe que van a perder la presidencial y va a querer conservar la Provincia como reducto de poder”, aventuran.
Elisa Carrió suele estar acostumbrada a dar pronósticos sobre el devenir político. Esta vez, cerca suyo dicen que mira todo con incertidumbre. “No ve nada. O Alberto se la banca y es una agonía hasta el final o hay un imprevisto y se acelera todo”, señalan. Es que una aceleración no solo cambiaría el panorama electoral, sino que abriría escenarios nuevos. Entre las hipótesis hay quienes ya imaginaban a Alberto y Cristina renunciando y Sergio Massa haciéndose cargo, a lo Eduardo Duhalde en 2001. Es una situación que eventualmente podría poner en tensión a Juntos por el Cambio, entre la lógica de la institucionalidad pero la oposición al peronismo. “¿Qué pasaría si Massa hace un giro pro mercado?”, siguen aventurando.
El escenario de Cristina haciéndose cargo tampoco lo descartan. “Lo deseable sería que ellos se ordenen y dialoguen”, analizan en la UCR. “Y que Alberto no renuncie, porque ella no es confiable”, agregan, como para que no queden dudas.
"No lo vemos como algo racional, por eso es difícil analizar cuál será la salida”.
“Nuestra filosofía es mantenernos alejados del quilombo de ellos y que se arreglen solos”, resumen cerca de Patricia Bullrich, búnker en el que desconfían de la profundidad de la pelea. “Ellos van a querer mostrar las dos facetas, no es claro cuán peleados están, por eso tenemos que tratar de estar lo más lejos posible”, advierten.
“No va más el pejotacentrismo”, dicen en la Coalición Cívica. Y añaden: “Nosotros no nos prendemos ni fogoneamos nada, pero no podemos tomar decisiones en función de ellos. Hay que decidir autónomamente. Vamos a hacer lo que creemos mejor”.
Son momentos convulsionados en el mundo oficialista y la oposición no está exenta. El objetivo que intentarán a toda costa es no perder la unidad, incluso ante los escenarios más tensionantes. Contribuir a la institucionalidad, pero sin romper la lógica oficialismo y oposición, plantean. Uno de los dirigentes consultados no duda en reconocer la dificultad hacia adelante: “No lo vemos como algo racional lo que va a pasar, es más psicológico, por eso es difícil analizar cuál será la salida”.