La Justicia federal modificó las condiciones de la pena de prisión domiciliaria que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cumple desde junio pasado. El Tribunal Oral Federal 2 autorizó a la dirigente a pasar dos horas por día en la terraza del edificio de San José 1111, donde está alojada bajo monitoreo electrónico.
El tribunal consideró que, en el caso de la prisión domiciliaria, la terraza es “equiparable al patio para los presos comunes”. Por lo tanto, conceder el acceso a este espacio implica asegurar las cuotas de aire, sol y recreación previstas para las personas convictas. De esta forma, las condiciones del arresto domiciliarios se ajustan a los estándares de los tratados internacionales sobre personas privadas de la libertad.
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Hasta ahora, el único espacio descubierto al que tenía acceso Cristina Kirchner era el famoso balcón desde el cual suele saludar a la militancia.
Las salidas a la terraza se implementarán bajo control del servicio de monitoreo -a través de la tobillera electrónica- y de los funcionarios judiciales encargados de supervisar que la exmandataria cumpla la pena de forma ajustada a derecho.
Los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso tomaron esta decisión a partir de un pedido de los abogados Carlos Alberto Beraldi y Ary Rubén Llernovoy, defensores de Cristina Kirchner, que solicitaron que se le permitiera entrar en contacto con aire libre y sol. El pedido tuvo lugar tras una revisión trimestral de las condiciones de detención.
La ex presidenta acaba de cumplir seis meses presa por la causa Vialidad, que la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La última vez que se la vio públicamente fue el domingo 26 de octubre, el día de las elecciones legislativas nacionales, cuando se asomó al balcón por nueve minutos para saludar a una multitud congregada ante su puerta.
MB/ff