“No me dio la posibilidad de decirle todo lo que pienso en la cara”, lamentó el periodista Víctor Hugo Morales, al explicar por qué había fracasado el encuentro que no fue: un cara a cara con el CEO de Clarín, Héctor Magnetto. Sin embargo, los abogados del empresario aclararon cuál fue el motivo por el cual evadieron el cruce.
“La reunión entre ambos carecía de sentido”, argumentaron los abogados Damián Cassino y Nicolás Novoa. “El fin de la mediación (era) llegar a un acuerdo a partir de la retractación del demandado”, expresaron en un comunicado, objetivo que no lograron cumplir: Morales ya había adelantado que no se retractaría de sus dichos, por los cuales fue demandado.
En julio, el CEO de Clarín demandó por daños y perjuicios al relator de fútbol, reclamo que originó la audiencia de mediación de hoy, que terminó con incidentes, gritos y forcejeos hacia los demandantes. “La acción civil se motiva en las innumerables manifestaciones calumniosas e injuriosas que, a lo largo de los últimos años, el Sr. Morales viene expresando en forma cotidiana para difamar al Sr. Magnetto, involucrándolo con deliberada falsedad en delitos aberrantes, conductas criminales, acciones mafiosas y hasta atentados contra la democracia”, aseveraron los letrados del Grupo.
Las mismas acusaciones de Morales fueron repetidas hoy por los simpatizantes del periodista, que se autoconvocaron frente al juzgado, para protestar “contra el demonio de Magnetto”. Para ellos, la demanda judicial representa “los últimos coletazos de la bestia que se está muriendo”. Para el empresario, la intención no es “silenciar o acallar ninguna expresión, sino que apunta a la retractación pública y reparación civil del daño causado, en los términos que establezca la Justicia”.
Contrapartida. Este no es el primer reclamo en el que está envuelto Morales. En 2011, la justicia uruguaya archivó la denuncia penal que el periodista impuso contra sus colegas Leonardo Haberkorn y Luciano Álvarez, por la publicación del libro Relato oculto, que denunciaban sus vínculos con la dictadura de ese país.
El escándalo no terminó ahí. En marzo de este año, los abogados Pablo Donnángelo y Gonzalo Amejeiras, que representaron a Morales adelantaron que le reclamarían por vía judicial US$ 30.000 dólares en concepto de honorarios y gastos impagos, según informaba el diario El País de Montevideo.