Daniel Scioli consiguió mantenerse como el único candidato del oficialismo capaz de pelear la presidencia en 2015. El gobernador bonaerense viene sorteando las intenciones de distintos dirigentes del Frente para la Victoria de competir por la sucesión de Cristina, e incluso alcanzó hoy el apoyo de sectores kirchneristas que meses antes rechazaban su postulación.
El mayor desafío del gobernador bonaerense durante el próximo año será mantener el voto oficialista que hoy lo lleva a estar en el podio de todos los sondeos entre los candidatos opositores, Sergio Massa y Mauricio Macri. Por ello, Scioli seguirá alineado a la Casa Rosada, al menos hasta las elecciones. La estrategia deberá cambiar si necesita conseguir votos independientes en un posible ballottage.
En los próximos meses, el ex motonauta aspira a que distintos gobernadores peronistas muestren sus preferencias por su candidatura. Incluso, en el equipo de campaña de Scioli aseguran que su compañero de fórmula será otro gobernador. La posibilidad de que Cristina Kirchner elija el vicepresidente o arme las listas de diputados nacionales no es hoy evaluada por Scioli. Esto no significa que, fiel a su estilo conciliador, rechace la futura lapicera de la Casa Rosada. Hoy el gobernador sabe que necesita al kirchnerismo como el kirchnerismo lo necesita a él.
Pero, para mantenerse un año más en los primeros lugares de las preferencias electorales, Scioli debe continuar una gestión sin sobresaltos. Sabe que cualquier conflicto en el territorio bonaerense puede terminar con su sueño presidencial. La inseguridad es su principal preocupación, por ello apuesta a inundar las calles de efectivos policiales.
Aunque sus asesores recuerdan que en la campaña 2011 afrontó el secuestro y asesinato de la niña de 11 años Candela Rodríguez Labrador, y aun así consiguió el título del gobernador más votado de la historia, ahora reconocen que con Massa enfrente, haciendo campaña con la seguridad, cualquier caso puede afectarlos.
Mientras tanto, Scioli encontró en su mujer, Karina Rabolini, una portavoz esencial de su candidatura, que recorre el interior asegurando que deben confiar en él. “Daniel será un gran presidente. Trabajemos todas juntas para ayudarlo”, fue el último pedido de Rabolini en su primer desembarco en Capital Federal en el encuentro de la Mesa de Mujeres Scioli 2015.
