A las 10 de la mañana, el presidente Mauricio Macri llegó a la Catedral metropolitana para participar, junto a su esposa Juliana Awada y los ministros de su Gabinete, del tradicional Te Deum.
Tras colocar la ofrenda floral donde yacen los restos del General San Martín, se prepararon para escuchar la homilía del Arzobispo de Buenos Aires Mario Poli, que dejó al mandatario sorprendido.
Poli hizo hincapié en "la deuda social" y aseguró que "hubo promesas incumplidas y fracasos".
En esa línea, consideró que "no hay realidad social que no pueda ser cambiada" y que "celebremos la patria que heredamos", en lo que podría ser considerado como un reclamo a la gestión de Cambiemos en este año y medio.
Además, dijo que "muchos creen que no hay motivos para hacer una fiesta y buena parte de nuestra patria no se siente invitado".
"La inequidad genera violencias. Hay que compartir tiempos, talentos y dinero. La solución a la deuda social depende de nosotros", expresó el arzobispo, y agregó que "hay que lograr que la solidaridad triunfe por sobre la mezquindad",
Por otro lado, Poli esbozó que "la confrontación nos roba la esperanza" y que "es necesario un concenso creativo para que crezca la nación".
Para concluir, advirtió que "los porcentajes invisibilizan el valor de las familias que sufren el desanimo".