La situación económica y social de Santa Cruz, último refugio del poder kirchnerista, es cada vez más delicada. La semana arrancará con paros de los docentes y de los empleados judiciales que reclaman los haberes adeudados. El sistema de salud también atraviesa una compleja crisis.
Los gastos superan a los ingresos y los números no cierran sin la ayuda del gobierno nacional, que desde hace un año y medio envía adelantos de la coparticipación y le prorroga deudas contraídas con el Banco Nación.
Aunque hay diálogo, la relación entre la Casa Rosada y la gobernadora Alicia Kirchner es tensa porque el kirchnerismo se niega a avanzar en una reforma política (en especial la ley de lemas) y económica solicitada por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, como condición para seguir mandando fondos. Para el gobierno nacional, como está, Santa Cruz es inviable.
“Nosotros no vamos a dejar de ayudar a los santacruceños, pero la gobernadora sabe que si no hace esas reformas la provincia no es viable”, explicó a este diario una fuente del Ministerio del Interior.
Lo primero que pide la Casa Rosada es que se controle el crecimiento del empleo público. En Santa Cruz, el 48% de la población económicamente activa depende de manera directa del Estado. El ex ministro de Economía de Daniel Peralta, José Blassiotto, le dijo a PERFIL que a este cuadro hay que sumarle que Kirchner otorgó aumentos salariales que no puede pagar.
Pero lo que más complica la relación es el pedido de que se elimine la ley de lemas. Con ese sistema electoral, el kirchnerismo logró retener la provincia en las últimas elecciones. Por este mecanismo, el triunfo se lo puede llevar una fórmula que no haya tenido la mayor cantidad de votos, pero que sí haya contabilizado más apoyos dentro del espacio al que pertenece.
Sobre este punto presiona la oposición santacruceña, que destaca la poca transparencia que hay actualmente en el sistema político instalado por los Kirchner. Para Cambiemos, ganar las elecciones en Santa Cruz contra el kirchnerismo sería un trofeo muy simbólico.
Mañana, el ministro de Justicia, Germán Garavano, se reunirá en Río Gallegos con el gremio judicial y recorrerá instalaciones federales que van a ser inauguradas. A esa actividad también está invitada la gobernadora Kirchner, aunque por ahora no está previsto que se reúna con el titular de la cartera de Justicia.