Luego de las agresiones durante la marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT), en las que los principales representantes gremiales debieron salir custodiados, apuntaron hacia el intendente de Berazategui, Patricio Mussi.
Uno de los líderes del triunvirato de la CGT, Héctor Daer, apuntó directamente contra Berazategui, municipio conducido por el intendente K, Patricio Mussi. En una entrevista con Radio con Vos, el sindicalista indicó que el desmadre se generó “por un sector pequeño, perteneciente a uno de los municipios del conurbano sur, que se concentró detrás del palco principal con una finalidad política de tratar de entorpecer”.
El otro líder de la central, Juan Carlos Schimd, marcó geográficamente a los revoltosos: "Vinieron de Berazategui y Avellaneda", señaló. "Eran kirchneristas, pero también habían agrupaciones de izquierda", sostuvo.
Por su parte, el dirigente de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, apuntó directamente hacia el municipio: “Los compañeros del Municipio de Berazategui, no sé si con el intendente, detrás del palco, vinieron a agredir a los dirigentes sindicales”.
Además, en diálogo con Radio Nacional, Lingeri agregó que “la CGT no va a permitir que ningún candidato o político del partido que sea, fije la agenda de la Confederación General del Trabajo”.
En cuanto al paro general, que no tiene fecha definitiva pero sería entre fines de marzo y principios de abril, sostuvo que “ahora la respuesta la tiene el gobierno”.
El secretario de Derechos Humanos de la CGT y Secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, Julio Piumato, fue más directo y responsabilizó a "grupos identificados con el kirchnerismo" por el caos que se desató cuando culminaron los discursos.
"Yo salí del palco caminando y tranquilo. Pero me llamó la atención que grupos identificados con el kirchnerismo siguieran yendo para el lugar del acto, una vez que había terminado", relató el judicial y agregó: "Estaban detrás del palco y venían de Plaza de Mayo: sectores ligados a intendencias ultra K".