El 8° piso de un edificio a metros de Obras Sanitarias recién comienza a tomar aspecto de búnker. Allí trabajan un pequeño grupo de jóvenes, tiene una sala de reuniones y una oficina principal que siquiera está decorada aún. Sin embargo, Jorge Macri –ministro de Gobierno porteño– ya la usa para sus reuniones políticas y para diagramar su candidatura a jefe de Gobierno, el objetivo que se trazó desde marzo del año pasado y por el cual fue recorriendo todo los sectores del PRO en busca de apoyo.
En ese marco, el funcionario está convencido que el PRO tiene que retener la Ciudad y llevar un solo candidato a una PASO competitiva con Martín Lousteau y, probablemente, alguien de Republicanos Unidos.
Es lo mismo que piensa Mauricio Macri, quien en público y privado ha reiterado que el partido que fundó no puede dejar de lado la pelea para sostener el distrito que lo vio nacer y le dio la base electoral y política que le permitió llegar a la Rosada.
Rápido de reflejos, Horacio Rodríguez Larreta ya expresó que su preferencia es que su sucesión quede en manos de “alguien del PRO” y viene enumerando cuatro aspirantes.
Es en este contexto, que, ante la proliferación de candidatos, Jorge Macri comenzó a ensayar una propuesta para dirimir las candidaturas: una primaria solo del partido antes que las PASO de Juntos por el Cambio.
Por ahora es solo una idea. Los otros precandidatos comenzarán a tomar fuerza en las próximas semanas con sus respectivas campañas.
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El ministro de Salud, Fernán Quirós, estuvo de vacaciones en la costa y viene armando equipos. La ministra de Educación, Soledad Acuña, acaba de ser madre por tercera vez, lo que la obligó a postergar sus actividades proselitistas. Mientras que el cuarto candidato, Emmanuel Ferrario, el vicejefe de Gobierno, encarará los lineamientos de su propuesta desde la semana que viene tras unas cortas vacaciones que incluyeron un mano a mano con Larreta en Villa La Angostura.
Hoy el jefe de Gobierno no inclinó la balanza por ninguno y definirá entre abril y mayo. “No hay que tenerle miedo a una interna. Mauricio y yo somos los dos que más elecciones tenemos encima”, plantea el ministro de Gobierno con sus íntimos.
La historia del PRO tiene antecedentes en internas partidarias. En la Ciudad es un hito ya la que Larreta derrotó a Gabriela Michetti en 2015, cuando contó además con el apoyo de Macri y Marcos Peña.
El planteo no fue puesto en debate aún de manera oficial en el PRO porteño que conduce el legislador Claudio Romero, y que tiene como principales autoridades a un grupo de larretistas que trabajan en Uspallata.
“Esto sería si no se puede resolver una candidatura en caso de que no haya consensos previos en base a encuestas claras que marquen una intención de voto predominante hacia un candidato teniendo en cuenta también la ponderación a la hora de gobernar”, aclaran cerca de Jorge Macri.
De todas formas el argumento de evitar que Lousteau logre arrebatarle al PRO la Ciudad será una clave para observar si la idea avanza. Por lo pronto el senador radical pasó buena parte del último semestre pasado comentándole a funcionarios “amarillos” que él encarnaba “la continuidad” de mejor manera que Jorge Macri, a quien acusó de “echar a todos” si llegaba al poder.
