La discusión doméstica concentrada en el pedido de juicio político a la Corte Suprema se combinará esta semana con la agenda regional encabezada por Alberto Fernández como anfitrión de sus pares que llegarán a la Argentina para participar de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La carencia de candidatos que sufre el Frente de Todos se convirtió en una oportunidad para el Presidente, que está decidido a copar ese espacio y a mostrar protagonismo al frente de temas que la oposición no tarda en rechazar.
En pleno enero, el jefe de Estado vuelve a avisar que es parte del juego de la precampaña. Esta semana lo hizo de nuevo: lanzó un segundo spot en el que defiende su gestión. “Tenemos una oportunidad invaluable, no se la regalemos a los que fundieron el país en nombre de la libertad y el cambio”, dice mientras un video muestra el avance del gasoducto Néstor Kirchner. Además, deja claro que la unidad del Frente de Todos que sirvió para ganar en 2019 sigue siendo necesaria, pero ya no alcanza. Pide dejar el “discurso vacío” del “estemos juntos” y concluye que “mejor que estar juntos es hacer juntos”. Entiende que la unidad es lo que garantiza el triunfo y que vale mucho, pero cree que el apego a los dogmas del kirchnerismo atenta contra la alianza.
El Presidente siente que debe enfrentar mismos dilemas que Perón en los 70
Por estos días, Alberto Fernández está leyendo el libro Conocer a Perón, de Juan Manuel Abal Medina. Siente que debe enfrentar los mismos dilemas que enfrentó el expresidente en los 70. “¿Cómo pegar partes tan disociadas?”, se pregunta ante la necesidad de mantener la unidad, algo de lo que ya hablaba el tres veces jefe de Estado.
“Yo necesito que este año tiremos todos para el mismo lado”, pide el jefe de Estado a cada uno de los dirigentes con los que habla. “Y no estoy pensando en la campaña”, advierte para agregar: “Pienso en cómo seguir el ritmo de la economía frente a las amenazas de una desaceleración global”. “Tenemos una oportunidad única como país, no podemos desperdiciarla”, finaliza. Asegura que en febrero se ocupará de comenzar a organizar la campaña electoral.
El kirchnerismo no le podrá reprochar nada. Al sentirse proscripta, Cristina Kirchner le pidió a la dirigencia que tome el bastón de mariscal y salga a defender el proyecto. El Presidente lo está haciendo. “Voy a gobernar hasta el último día y voy a poner al Gobierno en el centro de la escena”, dice un Alberto Fernández íntimo como mensaje a la oposición que se animó a hablar de Asamblea Legislativa para su reemplazo, pero también para los propios que rechazan la posibilidad de que vaya por la reelección.
El sector que responde a la vicepresidenta está, por ahora, en silencio. Los pronósticos sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que fue la mayor crítica a la gestión, no se cumplieron, y después de castigar al exministro de Economía, Martín Guzmán, deben aplaudir a un Sergio Massa que tampoco va hacia donde les gusta. En las próximas semanas, cuando vuelvan a irrumpir en la escena política, demostrarán si solo pretenden mantener un pedazo de poder o empiezan a construir para que el FdT llegue competitivo a la elección presidencial.
Aunque no hablan entre sí, Alberto Fernández y Cristina Kirchner avanzan esta semana en los mismos temas. El jefe de Estado iniciará la semana con una amplia agenda con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien también visitará a la vicepresidenta. Fernández suele mostrar la buena sintonía que tiene con sus pares cada vez que una interna atraviesa su gobierno. Y esta semana, más allá de las críticas de la oposición por la llegada de Nicolás Maduro (Venezuela) y Miguel Díaz-Canel (Cuba), demostrará a los líderes de la región que será anfitrión de una cumbre de la Celac en la que, por primera vez, hay representación de todos los países.
El pedido de juicio político a la Corte Suprema que encabezó (aunque finalmente no firmó) es otro tema que comparte con la vice. Los legisladores kirchneristas serán los que tengan las voces más fuertes en los próximos días cuando se abra la comisión. Fernández sabe que la pelea con la Justicia va a ser parte del debate de la campaña, porque cree que una sentencia de la Corte que resuelve cómo se distribuye la coparticipación debe ser un tema de debate en la sociedad. El Gobierno cuenta con una encuesta realizada por Federico Aurelio para entender la adhesión que tiene el pedido de juicio político. La mala imagen de la Justicia se incrementó aún más cuando se conoció el viaje a Lago Escondido de empresarios del Grupo Clarín, jueces y funcionarios de Juntos por el Cambio ahora investigados por dádivas.
Aunque no hablan entre sí, Alberto y Cristina avanzarán esta semana en los mismos temas
Mientras tanto, y sin el Presidente lanzado de lleno, Juan Manzur es uno de los que se anotan en un posible escenario de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. El jefe de Gabinete primero se quiere medir en Tucumán, pero aclara a quienes insisten en darlo afuera del Gobierno, que no dejará la Casa Rosada por ser candidato a vicegobernador. Se lo dijo al Presidente y el jefe de Estado coincidió en que debía quedarse. Sin embargo, Alberto Fernández tiene una regla que quiere que se cumpla: quienes sean candidatos no podrán seguir como ministros. Esto, de todos modos, viene con un asterisco aclaratorio y tiene que ver con el rol que se ocupe en la campaña y el tiempo que la contienda electoral le demande.
Daniel Scioli también aguarda: será candidato a presidente si Alberto Fernández no se presenta. En cambio, Sergio Massa es quien menos apurado está. Primero debe mostrar los resultados que prometió. El ministro de Economía asegura que se encargará de “dejar el auto estacionado”, pero se cuida de decir algo más.
En la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof aparece dispuesto a defender su reelección. No hay hoy quien garantice los números que el gobernador tiene, aunque esto signifique una pelea muy pareja con Juntos por el Cambio. En algunos escritorios de la gobernación hay impresas distintas encuestas. Equis, CB Consultora y Opina Argentina marcan una fuerte diferencia de votos entre el mandatario provincial y su jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.
El FdT se muestra este verano más activo de lo habitual mientras ve una oposición que solo se desplaza por contraste a sus movimientos. Sobre cómo se resolverán los candidatos, nadie se anima a arriesgar. “Todos hacen falta”, dice el Presidente en la quinta de Olivos. Ahora habrá que esperar a lo que diga CFK.