POLITICA
Sobre el final de la campaña

Sergio Massa, entre la sacudida económica y la necesidad de retomar la iniciativa

Sergio Massa se sorprendió con los movimientos de Javier Milei que adelantaron una corrida cambiaria para la que el ministro de Economía no estaba preparado. Sin embargo, buscó no confrontar con sus votantes y dejar ese rol para Alberto Fernández. El candidato prefirió apuntar contra los cueveros.

Massa retomó las recorridas por el interior
Massa retomó las recorridas por el interior | UxP

“No me van a volver a hacer lo mismo”, repetía Sergio Massa cuando el dólar blue tocaba los $ 880. No se imaginó que esta vez iba a ser Javier Milei el que lleve el precio por encima de los $ 1000 ya que hasta acá todos los cruces con el candidato de La Libertad Avanza se habían mantenido dentro de los códigos de una campaña en la que, en privado, varias veces charlaron. El postulante a presidente de Unión por la Patria debió volver a su rol de ministro de Economía y desde allí afrontar lo que vuelve a asegurar que será la última sacudida en plena pelea electoral.

El ministro de Economía se venía preparando para el lunes 23 de octubre. Si Javier Milei volvía a ser el candidato más votado y la diferencia de votos con el segundo era superior a los seis puntos, aunque Sergio Massa ingresara al ballottage, los mercados volverían a encenderse. Pero nunca previó que el propio Milei adelantaría este movimiento.

El ministro y candidato del oficialismo promete que no habrá más corridas

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El vínculo entre ellos siempre fue bueno. Aunque se conocen desde hace tiempo, los chats se volvieron frecuentes en el Congreso. Como presidente de la Cámara de Diputados interactuaron varias veces y la competencia electoral no cortó ese diálogo hasta estos últimos días en que Milei fue subiendo el tono. “Cuanto más alto esté el precio del dólar, dolarizar es más fácil”, fue una primera frase que no llegó a alertar al equipo de campaña hasta que llegaron otras más duras como “el peso es la moneda que emite el político argentino, por ende no puede valer ni excremento” y “en un contexto de hiperinflación, quedarse en pesos es destruirles los ahorros”. A estas frases se sumaron las de Ramiro Marra, que en su doble rol de candidato a jefe de Gobierno porteño y asesor financiero recomendó: “Hoy más que nunca: NO AHORRES EN PESOS. Cuidá tu dinero, te costó mucho ganarlo”. La sorpresa del ministro de Economía tuvo que ver con que hasta acá, todos los cruces parecían coordinados.  

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Sergio Massa. Foto: NA

 

Con el precio del dólar superando los 1000 pesos, Massa buscó mostrarse detrás de “los especuladores financieros”. Más allá de apuntar contra Javier Milei por sus declaraciones, decidió ir más fuerte contra los cueveros de la City porteña. El candidato a presidente no quiere pelearse con los votantes del líder libertario y por eso, decidió mostrar acción a través de operativos de la Dirección General de Aduana, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y Policía Federal Argentina (PFA), que terminaron con seis detenidos. 

La denuncia de Alberto Fernández contra Javier Milei hizo que Massa sobreactúe un enojo con el Presidente que no fue tal. El candidato de UxP hizo varias jugadas en una: se mostró alejado de un jefe de Estado que tiene una mala imagen, no confrontó con los votantes de Milei molestos por la denuncia y no fue él quien pagó el costo de haber querido proscribir a un candidato, tal como denunció el libertario. 

Lo cierto es que Milei retomó el protagonismo y eso, según los números del oficialismo, fue positivo ya que veían el desgaste del candidato y el posible crecimiento de Patricia Bullrich. 

La pelea de Milei y el Gobierno volvió a quitarle protagonismo a Bullrich

La noche del domingo, después de la presentación en la Facultad de Derecho de la UBA, por la mala performance del primer debate, parecía todo dado para que la candidata de Juntos por el Cambio recupere iniciativa y pueda encarar mejor las dos semanas finales de la campaña. Pero quedó tapada, una vez más, por la disputa entre el candidato más votado y el oficialismo. 

Milei se llevó el protagonismo, pero también le dio al oficialismo una escena para usar como campaña del miedo que puede adelantar la discusión para una posible segunda vuelta: se trata de un candidato que está dispuesto a avanzar con su plan sin importar hacer más pobres a los votantes e ir por sus ahorros. 

Hoy los números del búnker de la calle Mitre siguen diciendo que Milei y Massa están en el ballottage. No hay suba del dólar, ni viaje VIP de Martín Insaurralde, que marque grandes variaciones. Aunque las encuestas pueden fallar y de eso saben.