Un médico cardiólogo y un neurólogo serán clave durante la junta médica para dirimir en una de las principales diferencias entre los peritos oficiales y los de la querella. Los especialistas deberán ayudar a determinar si el fiscal agonizó o no tras el disparo en su cabeza.
Ese dato es central porque establecerá si pudo o no haber tenido espasmo cadavérico en su mano derecha, con la que supuestamente se habría disparado.
La decisión de incorporar a estos dos médicos fue tomada esta semana por la fiscal Viviana Fein, quien estableció que el decano del Cuerpo Médico Forense, Roberto Godoy, será el coordinador de la junta. Es uno de lo dos médicos que presenciaron la autopsia que realizó Héctor Di Salvo, quien también participará de la junta.
Los peritos de la querella, que dirige Osvaldo Raffo, sostuvieron en su informe que el charco de sangre alrededor del cuerpo de Nisman establece que el fiscal habría agonizado tras el disparo, y que la agonía no es compatible con el espasmo cadavérico. Es decir, si agonizó no pudo haberse disparado. El espasmo cadavérico en la mano derecha indica que el disparo habría sido autoinfligido. El resultado de la autopsia oficial determinó que sí había espasmo cadavérico.
El funcionamiento del corazón y del sistema nervioso central de Nisman serán puestos nuevamente bajo la lupa de estos dos médicos para establcer justamente si hubo o no agonía al momento de su muerte.
Fein y su equipo elaboraron esta semana los puntos de pericia que establecen las diferencias entre la autopsia oficial y la de la querella. Esos ítems deberán guiar el debate entre los médicos. También se analiza si se incorporará a la junta la primera médica legista que vio el cuerpo de Nisman y dio la hora de muerte oficial: entre las 10 y el mediodía del domingo.
Además, la fiscal y su mano derecha, el secretario Bernardo Chirichella presenciarán la junta médica. Los peritos oficiales y los de parte no están de acuerdo con la data de muerte, por lo que la legista tendrá una tercera opinión que favorecerá al perito oficial. La profesional ya dijo que cree que Nisman murió el domingo, y no 36 horas antes de la autopsia.
Fein también analiza si realizará una revisión de la pericia criminalística para que los peritos oficiales que actuaron la madrugada del 19 de enero en el departamento de Le Parc y los peritos de Sandra Arroyo Salgado se pongan de acuerdo en sus discrepancias sobre las manchas de sangre, otros estudios que se hicieron en el baño de Nisman, la toma de huellas y la posición del cuerpo y de las manchas de sangre.
Esa necesidad surge ante el planteo de la querella de que Nisman habría sido llevado al baño por un tercero, como reveló PERFIL el sábado pasado, y puesto de rodillas antes de su supuesta ejecución.