El juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Pedro David (85), le hizo llegar ayer al presidente Mauricio Macri su renuncia al cargo, para cumplir con el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que fija en 75 años la edad límite para desempeñarse como magistrado.
Hace una semana, David había sido intimado -al igual que otros 27 jueces- por el Consejo de la Magistratura para que informara si había presentado un amparo o tenía alguna medida a su favor que le permitiera no cumplir con el fallo de la Corte.
El juez le respondió al Consejo de la Magistratura y se lo repitió luego a Macri que no pensaba accionar ante la Justicia para resistir en el cargo, y en su renuncia trazó un sutil paralelismo entre lo que le ocurrió ahora, con las otras dos veces en que, a lo largo de su trayectoria, fue cesanteado: en los golpes de 1955 y 1976.
Puertas adentro de la Cámara, David manifestó a sus colegas su malestar por la forma en la que tanto la Corte como el Poder Ejecutivo avanzaban contra los magistrados y por el doble estándar con el que -explicó- se había procedido en la cuestión de la edad de jubilación. Pero transmitió que irse ahora era la mejor decisión. “Es una salida honorable”, dicen que se escuchó de boca del juez.
Ese malestar es compartido por buena parte de los miembros del Poder Judicial. Quien más enfureció con la medida, públicamente, fue la jueza federal María Servini de Cubría, que la semana pasada declaró a PERFIL: “Qué necesidad en este momento, que acaba de salir el fallo de Elena Highton de Nolasco, y que el propio Gobierno no apela. Quiere decir que el Gobierno no se los estaba pidiendo”, se quejó.
Servini fue más allá y opinó que la resolución de la Corte fue escrita con su nombre y apellido. En otras palabras, lo que sostuvo es que el presidente del Tribunal, Ricardo Lorenzetti, la impulsó para terminar la carrera de Servini, que tiene a su cargo una investigación en contra del titular de la Corte.
Otra discusión que abrió el fallo de la Corte es la de las vacantes. En los tribunales federales algunos sostienen que la lista de cesanteados se ampliará a 70 jueces, y que, sumado a las vacantes existentes de manera previa a este fallo, se producirá un grave problema en el funcionamiento de la Justicia. Pero en la Corte aseguraron esta semana que son menos de 30 magistrados los que se encuentran en la misma situación que David. Servini no sería una de ellas porque cuenta con un fallo a su favor.
En la Cámara de Casación Penal, con la salida de David, quedarán cinco vacantes sobre 13 miembros. Los camaristas se reunirán el lunes para definir los pasos a seguir.
Pero el clima entre los magistrados, por este fallo, no es el mejor. Muchos de ellos insisten, en voz baja, que puede ser que haya que fijar una edad límite para los cargos, pero que no es admisible que se haya aplaudido la permanencia del ex ministro de la Corte, Carlos Fayt, hasta los 95 años y que se manejara de la misma manera la situación de la actual integrante del Tribunal, Elena Highton de Nolasco, para luego sacar una resolución que implica lo opuesto.
El Consejo de la Magistratura no pudo aún analizar en plenario la instrumentación de la renuncia de los jueces que están en la lista a partir del caso “Schiffrin” analizado por la Corte. El próximo plenario sería el 20 de abril, según confiaron a PERFIL fuentes judiciales.
Una aliada importante del Gobierno, Elisa Carrió, ya cuestionó el fallo. Claro que esa crítica no es ajena a la pelea que mantiene con el presidente de la Corte, a quien le pidió el juicio político.