Los meticulosos funcionarios del palacio de Buckingham están al borde del caos porque, a un mes de la coronación del rey Carlos III, su hijo menor Harry y su nuera Meghan Markle no respondieron a la invitación ni confirmaron su asistencia.
El silencio del príncipe Harry y Meghan, escandalosamente distanciados de la familia real, sobre si asistirán o no a la ceremonia el próximo sábado 6 de mayo en Londres transcurre incluso después del 3 de abril, la fecha límite para confirmar asistencia al gran evento.
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Se dice que la falta de comunicación está causando "dolores de cabeza" a los organizadores, que ahora están ultimando detalles como la disposición de los asientos en la Abadía de Westminster, los automóviles oficiales y la seguridad de los invitados VIP.
Carlos III y la reina Camilla invitaron a Harry y a Meghan a pesar de las muchas críticas públicas que lanzaron contra la familia real en los últimos tres años. En entrevistas, un documental y un libro, acusaron a los Windsor, entre otras cosas, de racismo, de discriminación y falta de empatía.
Un vocero del príncipe Harry confirmó que él y la duquesa de Sussex recibieron una invitación "por correo electrónico", pero a un mes de la coronación, la asistencia de los duques "todavía está en el aire", según un funcionario del palacio.
"Todo lo que se le ha dicho a la gente es que 'esperemos que se resuelva pronto'. Pero mientras tanto, los equipos están tratando de finalizar los planes para 2.000 invitados, muchos de los cuales son jefes de estado y personalidades internacionales. Es un dolor de cabeza".
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"Cambiar cosas como la disposición de los asientos es bastante fácil. Pero lo que está causando más dolor de cabeza es la seguridad, los automóviles y otros asuntos logísticos", dijo el funcionario.
Para Carlos III, invitar a su hijo menor y a su nuera le pareció "lo correcto", aunque la pareja ya es muy impopular en el Reino Unido. Muchos creen que la reacción de los británicos ante su presencia es uno de los obstáculos que Harry y Meghan sopesan a la hora de asistir a la coronación.
La opinión pública en Gran Bretaña está en contra Harry a raíz de la publicación del libro, en medio de la crisis del costo de vida más grave del país en una generación. Y una encuesta de YouGov encontró que solo el 24% de las personas ahora tienen una visión positiva del príncipe, frente al 80% hace una década, con un 68 por ciento crítico.
Pero "independientemente de todo lo que haya sucedido, un simple sí o no sería cortés y suficiente", dijo la misma fuente del palacio.
Pero incluso si decidieran asistir, no se les permitiría salir al balcón del Palacio de Buckingham junto al rey y la reina después de la coronación, porque ya no son "miembros trabajadores" de la monarquía británica, tal y como sucedió en el jubileo de Isabel II en junio de 2022.
Un total de 15 miembros de la familia real que muestran el "presente y futuro" de la Casa de Windsor fueron elegidos por Carlos III para acompañarlos en el momento de saludar a la multitud. También lo escoltarán durante la Procesión de la Coronación desde la abadía, al finalizar la ceremonia, hasta el palacio.
Un largo y agotador historial de ataques contra la familia real desde EEUU
Desde que se mudaron a Estados Unidos, Harry y Meghan se quejaron amargamente del trato que reciben como miembros de la familia real. Le dijeron a Oprah Winfrey que la casa real no quiso ayudar a Meghan cuando tenía "pensamientos suicidas" y que un miembro de la familia se preguntó de qué color sería su primer hijo, debido a que su madre es afrodescendiente.
El último "ataque" de los duques de Sussex a la monarquía, la publicación en enero de la autobiografía de Harry "Spare", llenó sus bolsillos pero empeoró significativamente sus relaciones con los miembros de la Casa de Windsor.
Pese a la crisis familiar, los hijos de Harry y Meghan ahora son príncipe y princesa
En el libro Harry que narra una adolescencia marcada por la droga y el alcohol y detalla el deterioro de las relaciones con su padre y su hermano, el príncipe Guillermo.
Harry describe una rivalidad de por vida entre Guillermo "el heredero" y él mismo, "el repuesto", dejando al descubierto la brutal realidad de la jerarquía real. También acusó a la ahora reina Camilla de haber emprendido "una campaña dirigida al matrimonio y eventualmente a la Corona".
La última arremetida de Harry fue una larga conversación con un especialista sobre traumas, difundida el 4 de marzo, en la que volvió a criticar a su familia. Dijo que al haber crecido en una "familia rota", ahora intenta criar a sus hijos de forma que no les transmita sus "traumas".
"Siento una gran responsabilidad de no transmitir ningún trauma o experiencia negativa que haya tenido de niño o de adulto", dijo el príncipe. "Hay momentos en los que me descubro a mí mismo cuando debería estar asfixiándolos con ese amor, pero podría no ser así".
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"A lo largo de toda mi vida, de mi juventud, me sentí ligeramente distinto del resto de mi familia", afirmó al doctor Gabor Mate durante la entrevista. "Me sentía extraño" en este entorno "y sé que mi madre sentía lo mismo", dijo en referencia a la princesa Diana.
"Estaba atrapado en este mundo, y ella era de un mundo diferente y me ayudó a salir de eso", dijo sobre Meghan, describiéndola como "un ser humano excepcional".
Poco antes, en una entrevista con la CBS, Harry acusó a Guillermo y su esposa Kate, príncipes de Gales, de no darle nunca una oportunidad a Meghan. En el libro, escribió que su hermano arremetió después de llamar a Meghan "difícil", "grosera" y "abrasiva".
ds