PROTAGONISTAS
Matrimonio politico pro

“Los fines de semana voy a la verdulería y al súper; el resto, voy al chino cerca de casa”

Carolina Stanley pasó a ser ministra nacional y su marido, Federico Salvai, a la gobernación de Vidal. Él no deja de ver a River, y ella de ir a terapia.

Hay equipo. Stanley, su su marido Federico Salvai, y sus hijos Mateo y Juan.
| Album personal C.S.

Apenas asumió como ministra de Desarrollo Social de la Nación las redes sociales se sacudieron: su belleza fue motivo de elogios de miles de anónimos. Sin embargo, eso no es algo trascendente en su vida: “El trabajo no te deja margen y la verdad es que no me ocupo de esas cosas. A lo sumo cuando puedo hago gimnasia”, dice despreocupada a PERFIL. En cuanto a su look sumará la palabra  “despojado” seguida de la frase:  “Uso mi ropa de siempre”.

A sus 40 años Carolina Stanley tiene la energía puesta en su nuevo trabajo sin descuidar sus roles de madre de Mateo (9) y Juan (6); y de esposa de Federico Salvai, ministro de Gobierno  bonaerense y mano derecha de María Eugenia Vidal.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

—¿Cómo hace para combinar todo?

—Mi vida se llama “en la búsqueda del equilibrio” (risas). Mis hijos son chiquitos, pero como hace bastante que hago esto, de a poco lo han ido entendiendo y participan. Me acompañan mucho si tengo actividad los fines de semana.

—¿Cuáles son los espacios que no se negocian?

—Ellos van mucho con su papá a la cancha, son fanáticos de River. Y yo los acompaño cada tanto. Al último clásico fui porque se los había prometido. Pero en sí, en casa no hay horarios estrictos innegociables. La experiencia me enseñó que se trata de buscar todos los días el espacio para estar con ellos, que me cuenten sus cosas, jugar un rato... Pero obvio, cumpleaños, actos escolares... Momentos importantes para ellos no se negocian.

—¿Cómo se hace cuando ambos trabajan en política?

—Los dos tenemos trabajos demandantes y sin horarios. Por eso, ahí sí soy esquemática y organizada. Tenemos una chica que nos ayuda y los fines de semana trato de organizarme y hacer compras de la semana: voy a la verdulería y al súper. Y lo otro se resuelve en el chino cerca de casa. Así eso ya lo dejo andando.

 —¿Usted va al súper?

—Sí, ¡aunque ahora me vendría muy bien hacer las compras por internet!

—¿En su casa se habla de política?

 —No en particular, sino que la política es parte de nuestro trabajo. Y como cualquier matrimonio al final del día nos juntamos y charlamos del trabajo. Pero desde el lugar de marido y mujer; también hablamos de cuestiones familiares.

—Hace poco cumplieron diez años, ¿Cómo lo festejaron?

—¡Sí!, nos casamos el 4 de marzo de 2006 en Salta. Recuerdo que Fede me pidió casamiento una noche en la playa de Mar de las Pampas. Y ahora festejamos saliendo a cenar solos, ¡que no es poco! Tuvimos que decirle que no a algunas otras cosas.

—¿Cómo se mantiene una pareja con tanto trabajo?

—Tratamos de conservar nuestros espacios. Soy poco esquemática, no es que decimos una vez al mes se sale; sino cuando sentimos la necesidad. Y saber que nos necesitamos y tenemos ganas de vernos solos, charlar y salir solos es lindo. Siento que realmente son necesarios esos espacios para encontrarnos como pareja más allá del ruido que pueda haber alrededor. Y yo también tengo mi propio espacio personal, hago terapia dos veces por semana. El matrimonio hay que cuidarlo y protegerlo de todo el resto.

—¿Cómo se conocieron?

—Trabajando en la Legislatura de la Ciudad y ahí nos enamoramos, primero fuimos amigos. Por lo cual el trabajo es nuestra historia.

—¿No tienen miedo de quedar entre las internas de Provincia-Nación?

—No, porque por suerte no hay internas y vamos a trabajar para que no las haya.

—¿Tenés relación más allá de lo laboral con María
Eugenia Vidal y con Juliana Awada?

Tengo buena relación personal con María Eugenia. Trabajé con ella mucho tiempo y es una persona a quien quiero y valoro mucho. A Juliana la veo cada tanto y tengo muy buena relación también.

—¿Cómo viviste el cambio de Ciudad a Nación?

—Como un gran desafío y orgullo. Tengo todo el compromiso y la energía puesta en mi trabajo para las personas más vulnerables y hago todo para llegar a ellas. Trabajo por un país inclusivo en el cual donde nazcas tengas las mismas oportunidades. Me levanto a las 6.30 y arranco en la oficina y recorridas que son mi cable a tierra.

—¿Entonces la aplicación de su celular que más usa para hablar con su marido y familia es el WhatsApp?
  —Lo uso mucho. Hablo más por WhastApp que por celular. Pero también depende mucho del día, va variando.

—¿Como vivieron sus hijos su nombramiento?

—Estaban muy contentos, vivieron mucho el año de campaña, participaron mucho. De alguna manera tienen como muy presente a Mauricio, a Horacio y a María Eugenia.

—¿Les dice tíos?

—Tanto no.

—¿Tiene algún pasatiempo que la desconecte?

  —La lectura; ahora estoy leyendo El tiempo entre costura, de María Dueñas. Y pasar tiempo con mis hijos