Animales de todo el mundo sufren enfermedades crónicas no transmisibles, como diversos tipos de cáncer, obesidad, diabetes y enfermedades articulares degenerativas. Por ello, es fundamental comprender los factores que lo causan, tanto para la salud animal como para la humana.
En ese marco, un estudio de la Universidad Agrícola de Atenas, presenta un modelo de evaluación de riesgos dado que tanto humanos como animales están experimentando un aumento en las mismas enfermedades crónicas.
Este estudio de análisis de riesgos presenta un modelo conceptual innovador para mejorar la vigilancia y el manejo de estas enfermedades crónicas en animales.
Utilizando datos de investigaciones publicadas sobre enfermedades no transmisibles en animales, el estudio halló que los factores genéticos predisponen a ciertas poblaciones animales a un mayor riesgo. Los perros y gatos criados selectivamente por su apariencia, y el ganado genéticamente optimizado para la productividad, presentan una mayor incidencia de diabetes y enfermedad de la válvula mitral.
La exposición ambiental, los desequilibrios nutricionales, el sedentarismo y el estrés crónico influyen en la aparición y progresión de las enfermedades en diversas especies. Algunos ejemplos son la obesidad en gatos, el cáncer gastrointestinal en belugas, la osteoartritis en vacas y cerdos, y el síndrome de cardiomiopatía en el salmón atlántico de piscifactoría.
Estudios recientes documentan que entre el 50% y el 60% de los gatos y perros domésticos tienen sobrepeso, lo que provoca un aumento de la diabetes felina. La osteoartritis afecta a cerca del 20% de los cerdos criados intensivamente, mientras que la fauna silvestre de estuarios contaminados, expuesta a efluentes industriales como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y los bifenilos policlorados (PCB), presenta tasas de tumores hepáticos del 15 al 25%.