Todavía resuenan los ecos de la escandalosa sesión de diputados de la semana pasada. Ahí, las dos Coreas que conviven en la Argentina y que volvieron a declararse la guerra, quedaron expuestas, a tal punto que ese sesionaron dos parlamentos, uno de la oposición en forma presencial y el otro del oficialismo de modo virtual.
No comparto el argumento de la oposición de que ese día estuvo en juego la libertad de la República por el hecho de que el oficialismo se negó a aceptar el reinicio de las sesiones presenciales. Parece razonable el temor de que juntara 257 diputados de la oposición y del oficialismo, más sus asesores, más los trabajadores del Congreso y sí podía implicar un riesgo sanitario. Pero, por otro lado, pienso que fue una movida política interesante de la oposición porque apunta a un tema de fondo.
Juntos por el Cambio prepara un amparo contra el protocolo de sesiones virtuales en Diputados
¿Por qué tanto apuro del oficialismo para aprobar una reforma como la judicial que tanta controversia presenta en un momento límite como éste? En el Gobierno nos muestran un non paper, o sea, un papel sin firma ni membrete, por el cual supuestamente se había acordado con la oposición retomar las sesiones presenciales para temas controversiales como la reforma judicial o la del sistema previsional. Y nos dicen que fue Macri desde Suiza quien llamó a su bancada para patear el tablero. En la oposición, en cambio, aseguran que quien pateó el tablero fue Máximo Kirchner y por orden de su madre. En fin, lo que quiero decir es que todos somos un poco responsables de que existan estas dos Coreas dentro de la Argentina, pero siempre el más responsable es quien gobierna. La responsable fue Cristina. El responsable fue Mauricio Macri y el responsable hoy es Alberto Fernández. Él es quien tiene que encontrar la forma de sentar a todos a dialogar y de encontrar un consenso.
En Diputados sostienen que el protocolo de sesiones virtuales "sigue plenamente vigente"
Un dato más, para mostrar el esfuerzo moderador del presidente, en el Gobierno aseguran que quieren inaugurar los bustos de los ex presidentes democráticos que faltan aún en el hall de ingreso a la Casa Rosada. Faltan los gustos de Isabelita, de Menem, de De la Rúa y de Duhalde, y nos dicen que cuando eso pase evalúan hacer un acto en el que también invitarían a los otros dos expresidentes vivos, Macri y Cristina, como signo de institucionalidad.
Y algo que falta definir, ¿harán ahora el gusto de Cristina Kirchner? Por la normativa vigente ya le correspondería a ella, ya que ya pasaron dos mandatos desde su último período. Pero claro, una cosa y la normativa vigente y otra la dura realidad política.