Más de 80 millones de seres humanos se infectaron del coronavirus en todo el mundo desde el comienzo de la pandemia en diciembre de 2019. La cifra fue alcanzada este domingo 27: los cálculos registran 80.145.185 casos y 1.756.060 fallecimientos, habiéndose registrado un promedio 580.000 casos por día durante la última semana.
Europa es la región más afectada en el mundo y superó el viernes los 25 millones de casos y registra ya 546.000 muertos. Los países con mayor número de contaminados son Estados Unidos (18.945.149 casos y 331.916 muertos), India (10.169.118 y 147.343), Brasil (7.465.806, 190.795), Rusia (3.050.248, 54.778) y Francia (2.550.864, 62.573).
La segunda región más afectada es la Estados Unidos y Canadá con 346.636 fallecimientos y 19.479.293 casos. América Latina y el Caribe ocupaba el tercer lugar con 15.139.712 casos y 496.524 muertos, por delante de Asia (13.670.958 casos y 215.100 muertos), Oriente Medio (3.887.085 y 88.611), África (2.640.778, 62.234) y Oceanía (30.919 casos y 944 muertos).
Empezó la distribución de la vacuna rusa: el detalle, paso por paso
En Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, el inmunólogo Anthony Fauci anticipó que la situación se agravará después de las fiestas de fin de año: "Comparto la preocupación del presidente electo [Joe] Biden sobre el hecho de que podría empeorar en el transcurso de las próximas semanas", dijo Fauci en CNN.
El país sufre un repunte espectacular de la pandemia con más 200.000 casos confirmados y más de 3.000 fallecidos diarios desde hace tres semanas y el incremento de los casos posterior a los festejos podría llegar en "un momento muy crítico", ejerciendo "más presión" sobre un sistema hospitalario muy saturado.
En los últimos 12 meses, el coronavirus causante de la enfermedad denominada Covid-19 paralizó las economías, devastó comunidades y encerró a cerca de 4.000 millones de personas en sus casas. Nadie podía imaginar la magnitud del desastre mundial cuando el 31 de diciembre China avisó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 27 casos de "una neumonía viral de origen desconocido" que desconcertó a los médicos en la ciudad de Wuhan.
La nueva cepa de coronavirus es más contagiosa y podría aumentar las víctimas
Primer caso en Wuhan
El día siguiente, mientras el mundo celebraba la llegada del año 2020, las autoridades cerraron el mercado de animales de Wuhan inicialmente relacionado con el brote. El 7 de enero, las autoridades chinas anunciaron que habían identificado el nuevo virus, al que llamaron 2019-nCoV. El 11 de enero, China anunció la primera muerte en Wuhan y en unos días surgieron contagios en Asia, Francia y Estados Unidos.
A finales de enero, los países comenzaron a repatriar a sus conciudadanos de China. Las fronteras del mundo empezaron a cerrarse y más de 50 millones de personas que vivían en la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital, fueron puestos en cuarentena.
Las imágenes de la agencia AFP de un hombre muerto en plena calle, con mascarilla y una bolsa de plástico en la mano, se convirtieron en la expresión del miedo, aunque nunca se pudiera confirmar oficialmente la causa de la muerte de esta persona. Igual sucedió con el crucero "Diamond Princess", atracado frente a las costas de Japón, en el que más de 700 personas se infectaron con el virus y 13 murieron.
Un mundo bajo llave
El 11 de febrero, la OMS le dio a la enfermedad el nombre de covid-19. Cuatro días después, Francia confirmó la primera muerte fuera de Asia. Europa miraba horrorizada cómo el norte de Italia se convertía en epicentro europeo del virus. Tras Italia, España, Francia y Reino Unido paralizaron a su población y la OMS declaró al Covid-19 como una pandemia sin control.
A mediados de abril, 3.900 millones de personas -la mitad de la población mundial- estaban encerradas en sus hogares bajo distintos regímenes.
Sombras sobre Wuhan: fotos satelitales ponen en duda la fecha de origen del virus
La falta de inversión crónica en salud quedó de manifiesto de una manera flagrante, ante las dificultades de los hospitales para hacer frente a la avalancha de enfermos y el colapso de sus servicios de cuidados intensivos. El personal sanitario, a menudo mal pagado y con cargas de trabajo brutales, libraba una batalla sin los equipos de protección necesarios.
En todo el mundo, comercios y fábricas cerraron sus puertas, al igual que escuelas, universidades, estadios, aeropuertos, comercios, supermercados, bares restaurantes y hoteles. Para mayo, la pandemia se había llevado por delante 20 millones puestos de trabajo en Estados Unidos y ya se estimaba que la recesión global podría llevar a 150 millones de personas a la extrema pobreza para 2021, según la advertencia del Banco Mundial.
Más sospechas contra China: ¿escondió casos de coronavirus desde octubre de 2019?