En un nuevo Día Mundial de la Lucha contra la Depresión (13 de enero), los esfuerzos de los especialistas se centran en visibilizar esta problemática de salud mental con énfasis la importancia de un diagnóstico diferencial a tiempo que permita un tratamiento adecuado de esta enfermedad silenciosa que se acrecentó durante la pandemia de coronavirus.
“La depresión: un mal silencioso”. “La pandemia oculta dentro de la pandemia de coronavirus”. En los últimos años la depresión recibió múltiples calificaciones que apuntan a poner el foco sobre esta enfermedad llamada "trastorno depresivo mayor" que ataca al cerebro, un órgano del cuerpo humano que se enferma al igual que cualquier otro pero que está en las sombras del estigma social en torno a la salud mental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a un 3,8% de la población mundial, el equivalente a 280 millones de personas, en su mayoría adultos. Se trata de un trastorno mental del ánimo frecuente que implica que la persona que lo padece experimenta un estado de ánimo deprimido prolongado en el tiempo y ajeno a una circunstancia particular, con sensaciones de tristeza, irritabilidad o pérdida del disfrute o interés, alteraciones en el sueño, en el peso corporal y en las funciones cognitivas.
Qué es la depresión, la enfermedad silenciosa que ataca al cerebro y perjudica la salud mental
“La depresión es un tema muy serio, de hecho la OMS advierte sobre su altísima prevalencia hoy en día, es una enfermedad que va en aumento, algo que puede estar ligado al agitado y complejo estilo de vida que caracteriza nuestro tiempo”, comenta a PERFIL Juan Carlos Fantín, psiquiatra de la Asociación Argentina de Salud Mental.
Además, el experto cuenta que se trata de un trastorno que atraviesa toda la historia escrita de la humanidad, incluso hay registros en las primeras escrituras. “No conozco otro trastorno que haya tenido esa trascendencia histórica”, agrega.
Desde el lado de la psicoterapia, una rama que actúa en equipo con los médicos especialistas, la psicóloga clínica Melisa Mirabet explica que se trata de cuadro psicopatológico caracterizado por un estado de ánimo deprimido que hace que quien lo padezca tenga poca energía, falta de concentración, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa e incluso baja autoestima.
“Las razones que conllevan a dicho cuadro pueden ir desde una vulnerabilidad biológica, a eventos vitales estresantes”, señala la especialista en terapia cognitivo-conductual, uno de los enfoques del tratamiento contra la depresión, que en algunos casos requiere de la administración complementaria de fármacos.
La salud mental que subestimamos
¿Qué es y por qué importa contar un diagnóstico diferencial de depresión?
La depresión puede obedecer tanto a la propia enfermedad del cerebro (tipo primario) que requiere un tratamiento psiquiátrico o ser producto de una enfermedad que afecta otro órgano (tipo secundario) y que requiere de un tratamiento específico.
En ambos casos los síntomas y posibles tratamientos varían según cada paciente, como también su nivel de gravedad, por lo que los especialistas recomiendan que, en caso de detectar signos de depresión con mucha intensidad y prolongados en el tiempo, se haga una consulta con un médico especialista que pueda distinguir de qué tipo de depresión se trata.
"El tratamiento implica primero un diagnóstico diferencial de un especialista en psiquiatría, cuya utilidad radica en que, como pasa con todas las enfermedades del organismo, un mismo síntoma puede ser producto de enfermedades que, al ser diferentes, tienen tratamientos específicos", explica a PERFIL Ricardo Corral, psiquiatra e investigador Jefe del Hospital Borda, y agrega que una consulta a priori no implica un tratamiento inmediato sino que permite hacer un diagnóstico temprano para detectar si hay un problema que merece un tratamiento.
De esta manera, este primer acto médico permite no confundir la depresión con otras enfermedades, y entender si los síntomas son producto de una enfermedad del cerebro o derivan, por ejemplo, "de la enfermedad de la tiroides, como el hipotiroidismo, anemia o algún tipo de neoplasia de cáncer".
En esa línea, el experto agrega que al igual que muchas enfermedades, la depresión tiene un tratamiento muy eficaz siempre y cuando sea identificada como tal, algo dificultoso en la práctica considerando que existe una confusión social respecto a la sintomatología, a veces asociada a que el que la padece "no le pone onda" o "voluntad" a la vida, cuando en realidad la anomalía en el estado de ánimo obedece a un cuadro depresivo.
"Existe un gran subdiagnóstico de la enfermedad depresiva justamente por el prejuicio en creer que es solamente una cuestión de voluntad. Existe una falsa creencia de que una persona que tiene un síntoma psíquico 'no le pone onda'. Al igual que con otras enfermedades, solo con la voluntad no alcanza cuando la persona está enferma y tiene que hacer un tratamiento", concluye Corral.
cp