SOCIEDAD
Jorge Telerman inaugur la obra

Critican la construcción de un multiestadio en el Parque Roca

El escenario donde la Argentina disputará la Copa Davis costó $16,5 millones. Pero los vecinos y la oposición denuncian que hay necesidades más urgentes y las enfermedades se expanden.

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Desde el viernes, una de las competencias deportivas más importantes del mundo, la Copa Davis, llenará de glamour la zona más deprimida de la ciudad, donde la salud, la educación y la seguridad se encuentran en franca crisis, y donde las ratas compiten por dejar atrás la costa del riachuelo más contaminado del mundo.

La hazaña de haber construido un estadio en 86 días en la zona más postergada de la Capital no obedece a un capricho sino a una política de recuperación bien calculada, aunque quizá mal priorizada.

El gobierno porteño, que preside Jorge Telermann, a través de la Corporación Buenos Aires Sur, invirtió 16,5 millones de pesos para la construcción, en el Parque Roca, de un Estadio Multifuncional con 14.500 butacas.

La que será sede de las semifinales de la Copa Davis está ubicada en el rincón sudoeste, entre los barrios de Soldati y Lugano. Allí faltan escuelas que puedan absorber la demanda de vacantes y está pendiente la construcción de un hospital desde hace 20 años.

Los vecinos vieron cómo en menos de tres meses se levantaba una obra espectacular en un espacio verde público, al lado de la contaminación del arroyo Cildáñez y del Riachuelo, y frente del Parque de la Ciudad, donde la Torre Espacial se erige inútil: es como un gran monumento a las obras abandonadas. Y, según la tradición, la dictadura militar la construyó como ícono anti-guerrillero, una forma de festejar la victoria contra la lucha armada de los años 70.

Telerman inauguró ayer la obra -que se estrenará el viernes, cuando comience la Copa Davis-, donde Argentina disputará la semifinal con Australia. Para el oficialismo porteño, el estadio –ubicado en la avenida Roca y Escalada- es un “orgullo” (ver notas relacionadas). Para la oposición, las organizaciones sociales de la zona y la Defensoría de la Ciudad, es motivo de fuertes críticas.

Velocidad llamativa. Lo cierto es que se construyó en tiempo récord un complejo deportivo en una zona donde las falencias son muchas. “Lo que no se entiende es por qué tanto apuro. No está claro en cuánto favorecerá el desarrollo del deporte en esa zona, con ese dinero se pudieron haber construido 750 canchas de tenis o 30 polideportivos para los chicos de la zona sur”, señaló a perfil.com Carlos Tramutola, ministro de Medio Ambiente y Espacio Público del gabinete paralelo que Mauricio Macri armó en la Ciudad de Buenos Aires.

El dirigente macrista puntualizó que “en la licitación para la obra hubo un sólo oferente, Astori SA, y costará cuatro veces más a lo anunciado”. Y agregó que “ se reasignaron $12.000.000 originalmente asignados a los Subterráneos de Buenos Aires para la construcción de la línea H”.

El Estado ya perdió 1.700.000 en febrero. ¿Cuál es el negocio para la ciudad?”, se preguntó respecto a la realización de la Davis en una estructura tubular en el mismo lugar donde se emplaza ahora el estadio actual.

El año pasado, la Legislatura votó la construcción de un hospital público en Lugano y la urbanización de la Villa 20. Ese mismo día aprobaron el proyecto del Polo Farmacéutico. Enfrente de este complejo industrial se levanta la Villa 20 uno de los barrios más pobres de la ciudad, donde 6.000 familias viven hacinadas detrás de la Playa de Investigaciones Judiciales, un cementerio de autos de la Policía Federal.

Asimetrías históricas. Hace seis años la Defensoría de la Ciudad denunció que en ese lugar se propagaban enfermedades como la leptospirosis, hanta virus, toxoplasmosis y plomo en la sangre. Nunca se modificó la situación y nuevas viviendas precarias se construyeron al lado de la chatarra abandonada.

El defensor adjunto Gustavo Lesbergueris explicó a perfil.com que “hay asimetrías históricas entre el sur y el norte de la ciudad que persisten y que el Estado superavitario de la ciudad de Buenos Aires no las ha revertido”.

Lesbergueris se especializa en temas educativos y de juventud. “Más de 5.000 chicos se quedaron sin vacantes en los distritos escolares de la zona sur y la situación no se soluciona porque no hay construcción de escuelas. Las directoras tienen que hacer malabarismos para reubicarlos”, señaló.

El hospital que no llega. El prestigioso cirujano Ricardo Zambrano trabaja en el Santojanni y es el impulsor del Movimiento por un Hospital para Lugano y de la Coordinadora Multisectorial del Sudoeste. Es además titular de la Federaración Nacional de Salud de la CTA y de la Asociación de Médicos Municipales.

Zambrano está “indignado” con el gobierno de la Ciudad. Es que hace más de 20 años que vienen peleando por un hospital para Lugano y si bien hace un año se votó llevar adelante la obra, “por ahora no avanza”.

“Alentamos a Nalbandian, no estamos en contra de que se haga un estadio, pero señalamos la contradicción que implica que el hospital no se haga”, opinó en diálogo con perfil.com.

Para el doctor Zambrano, la situación en la zona sur “es un escándalo”. “Más que inversiones en un estadio necesitamos obra publica, cloacas, la urbanización de la villa 20 y solucionar el problema del cementerio de automóviles, donde hay ratas agresivas, de albañal, que son tremendamente peligrosas. Hay 500.000 habitantes de la ciudad que no tienen un hospital cerca. El Santojani y el Piñeiro están saturados”.

Diosnel Pérez es oriundo de Itagua, Paraguay, y hace 25 años que habita en la Villa 20. Es uno de los principales referentes barriales de las protestas vecinales del año pasado contra la instalación del Polo Farmacéutico. Además, es vocero del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Lugano, una de las fuerzas piqueteras que conforma el Frente Popular Darío Santillán (FPDS).

En diálogo con perfil.com, Pérez mostró su indignación. “No puede ser que hayan invertido toda esa plata en un estadio de tenis cuando acá en la villa no tenemos cloacas, muchas familias no tienen ni una casita y la basura del cementerio de autos de la policía genera enfermedades peligrosísimas”.

“Parece que para el gobierno los que vivimos en una villa no existimos. Necesitamos viviendas, escuelas y hospitales y que cuiden el medio ambiente”, recalcó.

“El día de la inauguración de la Copa Davis vamos a ir a pedirle a Telerman que venga a la villa a ver cómo vivimos. Estamos hartos de promesas. Queremos soluciones”, anticipó.