Los restos mortales del cantante Sandro, fallecido ayer a los 64 años, comenzaron a ser velados esta tarde en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional, donde gran cantidad de público, en muchos casos luego de horas de espera, lo despedía junto al féretro abierto. La esposa de Sandro, Olga Garaventa, decidió este mediodía el adelantamiento de la apertura al público de la capilla ardiente, para evitar a los admiradores sufrir aún más el intenso calor en la vereda del Congreso.
De esta forma, a las 13, una hora antes de lo anunciado, se inició el desfile de personas frente al féretro, en una ceremonia que, por disposición de la familia, estaba vedada a las cámaras de televisión y de los fotógrafos, a la vez que no estaba prevista una trasmisión oficial del interior del Salón de los Pasos Perdidos.
Momentos antes de las 12 al coche fúnebre portando el féretro llegó escoltado por patrulleros a la sede del Parlamento, ingresó contramano por Combate de los Pozos y se introdujo por una puerta trasera del Congreso, mientras cientos de personas aplaudían a su paso.
Mientras tanto, gran cantidad de gente seguía llegando a las puertas del Palacio Legislativo, donde desde la mañana se formó una fila que superaba las tres cuadras, en su mayoría conformada por mujeres, a quienes Sandro llamaba sus "nenas".