“El reencuentro fue muy emotivo y esperado. Nos abrazamos, nos dijimos cuánto nos amamos y necesitamos”, cuenta Paula Boscaroli, la mamá de Camila Speziale (21), que volvió a encontrarse cara a cara con su hija tras dos meses de detención, desde aquel 19 de septiembre en que la activista argentina fue detenida por la guardia costera rusa.
Ahora, con libertad bajo fianza, madre e hija comparten los días en San Petersburgo, donde Camila deberá permanecer los tres meses que dure la investigación judicial, que buscará determinar si los activistas de Greenpeace son “piratas” o “vándalos”, como fueron catalogados por la Justicia. En total 29 de los 30 detenidos obtuvieron el beneficio de libertad bajo fianza; sólo permanece arrestado el australiano Colin Russell.
Camila salió del centro de detención el jueves, y el viernes se encontró con su mamá, que permanecerá en Rusia hasta diciembre. “Estoy orgullosa de la hija que tengo y de su valentía, así como del compromiso que asume con las cuestiones sociales y humanas. Está feliz de haber encontrado gente que lucha como ella por un mundo mejor”, agrega Boscaroli a PERFIL.
En tanto, el marplatense Hernán Pérez Orsi (40), que fue liberado el viernes, pudo volver a abrazar a su mujer, Margarita Malig, y a su hija de un año, Julia, quienes viajaron para acompañarlo en este proceso. Hace cinco meses que no se veían ya que, como miembro de la tripulación de la ONG, Hernán suele estar meses navegando, participando de distintas acciones ecológicas. La detención, en este caso, retrasó el reencuentro. Ayer también viajó a Rusia María Luz Pérez Orsi, hermana de Hernán. Los dos argentinos deberán permanecer en Rusia al menos hasta el 24 de febrero, cuando se iniciará el juicio