Los rescatistas que intervienen en el operativo de búsqueda del submarino ARA San Juan, perdido hace siete días en las aguas del Atlántico con 44 tripulantes, cuando cumplía una misión de rutina, siguen una nueva pista, consistente en una "anomalía hidroacústica".
Así lo indicó, en un nuevo informe a la prensa, el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, quien evitó responder si se estaba refiriendo a la posibilidad concreta de una explosión a bordo.
Tras un nuevo parte, difundido esta tarde en las escalinatas del Edificio Libertad, el portavoz dijo que ese indicio fue detectado hace una semana, el "miércoles 15 de noviembre por la mañana", apenas tres horas después del último contacto del ARA San Juan con la base, y a 30 millas al norte del lugar en que se encontraba al momento de la comunicación.
"Se trata de una anomalía hidroacústica que fue detectada 30 millas al norte de la última posición, en la misma línea de navegación hacia Mar del Plata", precisó Balbi.
En cuanto al origen del ruido, Balbi se limitó a señalar que "hay que chequearlo". Asimismo, el vocero confirmó que quedó "totalmente descartado" que los indicios sonoros captados ayer pudieran provenir del navío.
Según las estimaciones de los expertos de la Armada, el submarino podría resistir unos siete días sin salir a la superficie. Este miércoles se cumplió el séptimo día sin noticias de la nave, buscada por un enorme despliegue internacional.
Mientras los familiares de los 44 tripulantes aguardan ansiosos con apoyo psicológico algún informe esperanzador en Mar del Plata, los rescatistas corren contra el reloj y las condiciones climáticas para desarrollar las tareas de búsqueda.
Este martes, salió desde Comodoro Rivadavia el buque noruego "Skandi Patagonia", que llevó la más alta tecnología a bordo. El barco de 93 metros de largo puede albergar a 100 personas y adquirió una cámara presurizada de la marina estadounidense que puede soportar 610 metros bajo el agua y trasladar hasta 16 personas dentro. Sin embargo, uno de los temores es que para cuando lleguen a la zona donde se encontraba por última vez el ARA San Juan sea tarde, ya que llegaría entre mañana y pasado al lecho marino del océano Atlántico en cuestión.
Falsas pistas. En las últimas horas, hubo dos pistas que rápidamente fueron desestimadas por las autoridades. En primer lugar, un ruido detectado por dos buques argentinos, y ratificado por un informe de la CNN, que daba cuenta de supuestos golpes de martillo en el casco de la nave similares al código morse. A las pocas horas se confirmó que no provenían del submarino y que podría tratarse de un ruido biológico.
La otra pista falsa fue una balsa que, nuevamente, el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, desvinculó del submarino argentino cuya última posición conocida es en el área de operaciones de la zona del Golfo San Jorge, 240 millas náuticas (432 km), al sudeste de la península de Valdés. El submarino perdió contacto el miércoles pasado cerca de las 7.30 tras realizar tareas de patrullaje marítimo.
Apoyo internacional. Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Brasil, Chile, Uruguay, Perú y Colombia sumaron buques y aviones. En tanto, desde la Argentina el despliegue cuenta con catorce embarcaciones militares, tres embarcaciones de Prefectura Naval Argentina, y cinco aviones. En total son 49 los medios navales y aéreos en el teatro de operaciones.
Tripulación. A su favor, los tripulantes tienen una condición física y psicológica adecuada para dichas situaciones de riesgo, según explicó el ex oficial submarinista, Horacio Tobías, quien además es un ex jefe de máquinas del ARA San Juan.
"La formación psicológica del personal submarinista comienza el día 1. Son puestos a prueba periódicamente en distintas situaciones: respirar gases complejos, aire con menos porcentaje de oxígeno y algún gas que pueda haber en el submarino. Hay psicólogos y médicos que ven esto y seleccionan a los que pueden hacer el curso. Es muy exigente", contó Tobías en diálogo con La Nación.
"Cuando es seleccionado, el submarinista tiene que pasar las pruebas en la escuela de buceo de Mar del Plata, donde tiene que abrir y cerrar escotillas en las piletas, con dificultades para respirar. Tienen que atajar las burbujas de oxígeno que larga una manguera, como un pez", agregó.
Quiénes son los tripulantes. Capitán de fragata Pedro Martín Fernández, Teniente de navío Eliana María Krawczyk, Teniente de navío Fernando Ariel Mendoza, Teniente de Fragata Renzo David Martin Silva, Cabo segundo Fabricio Alejandro Alcaraz, Suboficial primero Hernán Ramón Rodríguez, Cabo principal Mario Armando Toconás, Suboficial segundo Víctor Marcelo Enríquez, Cabo principal Jorge Eduardo Valdez, Cabo principal Hugo Dante César Aramayo, Cabo principal Luis Esteban García, Cabo primero Luis Carlos Nolasco, Cabo primero David Adolfo Melián, Suboficial segundo Cayetano Hipólito Vargas, Teniente de navío Diego Manuel Wagner, Suboficial segundo Roberto Daniel Medina, Suboficial segundo Ricardo Gabriel Alfaro Rodríguez, Ramiro Arjona, Cabo principal Jorge Ariel Monzón, Suboficial principal Javier Alejandro Gallardo, Cabo principal Humberto René Vilte, Cabo principal Franco Javier Espinoza, Suboficial primero Walter Germán Real, Cabo primero Luis Niz, Fernando Santilli, Capitán de corbeta Jorge Ignacio Bergallo, Teniente de navío Fernando Vicente Villarreal, Teniente de fragata Adrián Zunda Meoqui, Teniente de fragata Juan Gabriel Viana, Suboficial primero Alberto Cipriano Sánchez, Suboficial segundo Ramiro Adalberto Pérez, Suboficial segundo Celso Oscar Vallejos, Suboficial segundo Hugo Arnaldo Herrera, Suboficial segundo Cesar Alberto Figueroa, Suboficial segundo Daniel Adrián Fernández, Cabo principal Cristian David Ibáñez, Cabo principal Jorge Isabelino Ortiz, Cabo primero Germán Oscar Suárez, Cabo primero Daniel Alejandro Polo, Cabo primero Juan del Corazón de Jesús Zuluaga, Cabo primero Leandro Fabián Cisneros, Cabo segundo Anibal Tolaba.