SOCIEDAD
A 100 años de su nacimiento

René Favaloro: paradoja del médico que salvó millones de corazones mientras el suyo se rompía

Enamorado en el otoño de la vida pero cansado de la “transa sindical y política”, el mayor cardiocirujano que dio el país astilló su propio corazón para dar su última lección. Cómo fue.

A 100 años de su nacimiento, reeditan la autobiografía de René Favaloro sobre su etapa como médico rural
A 100 años de su nacimiento, reeditan la autobiografía de René Favaloro sobre su etapa como médico rural | NA

Qué difícil hablar del hombre que en 2007, por elección popular, llegó a ser finalista post mortem del ciclo El gen de los argentinos, el programa de Mario Pergolini que elegía al personaje argentino que mejor representaba nuestra idiosincrasia”. ¿Lo que los argentinos somos o lo que quisiéramos ser? René Favaloro, sanmartiniano a ultranza, salió segundo detrás del General San Martín. Y no es una coincidencia. 

Hace 100 años, el 12 de julio de 1923, nació el cardiocirujano René Favaloro, el argentino que inventó el bypass aortocoronario con la vena safena, un procedimiento que aún hoy prolonga la vida de los corazones enfermos. La Fundación Favaloro estima que, desde 1967 hasta hoy, más de 55 millones de personas se beneficiaron con esa técnica revolucionaria que implementó el médico de La Plata, fanático de Gimnasia y Esgrima.

René Favaloro
René Favaloro.

300 papers médicos sobre asuntos del corazón y 9 obras literarias, que incluyen dos autobiografías (De la pampa a los Estados Unidos y Recuerdos de un médico rural) y dos investigaciones históricas sobre el General José de San Martín son solo minucias, si se las compara con el compromiso profesional, la mirada ética del ejercicio de la medicina y la solidaridad con la que Favaloro aceptaba conmovido las gallinas que le regalaban sus pacientes más pobres, los paisanos.

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Hasta que su propio corazón se rompió, René Favaloro trabajó toda su vida para sanar corazones rotos. En la época en que, en Argentina, nadie hablaba todavía sobre el aborto ilegal, René Favaloro incluso lo hacía. Siempre quiso sanar:

“Legalizar no quiere decir que estemos autorizando a que todo el mundo se haga un aborto, sino que, ante ciertas circunstancias, la pobre desgraciadita que no tiene ningún recurso no caiga en ese trasmundo horroroso que la puede llevar a la muerte. Porque no se muere una, se mueren cantidades allí. Por el contrario, la niña privilegiada de una familia con guita va a una clínica de prestigio, se lo hacen sin que nadie se entere y a la tarde puede ir a un baile, si quiere, porque ya todo pasó. Esa desigualdad a mí no me gusta”, aclaraba.

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René Favaloro: el médico que salvó millones de corazones

En el año 2000, René Favaloro también tenía poderosas razones para vivir: un año antes, había redescubierto el amor y planeaba casarse con Diana Truden, su secretaria en la Fundación. Cuarenta y seis años de edad los separaban, pero sus corazones estallaban de felicidad. 

“Diana: ha llegado el momento de la gran decisión. Tú no eres culpable de nada. Mis proyectos se han hecho pedazos. No puedo cambiar los principios que siempre me acompañaron. Creo que la Fundación se derrumba. No podría aguantar como testigo lo que construí, con tanta fuerza, ahora su destrucción. Estoy cansado de luchar y luchar. Remando contra la corriente en un país que está corrompido hasta el tuétano. Tú eres testigo de mi sufrimiento diario. Te agradezco todo lo que me has brindado. Particularmente en este último año. Nunca podrás imaginar cuánto te he amado (…) Sé que te recuperarás porque eres fuerte. El tiempo lo arregla todo”, decía la carta de despedida a su prometida, una de las siete que dejó escritas. Habían almorzado juntos.

René Favaloro
René Favaloro en sus años de formación.

Antes de apretar el gatillo frente al espejo de su baño, el 29 de julio de 2000, René Favaloro sintió que el corazón le estallaba en varios sentidos.

Sus cartas finales dejaron en claro que una de las principales razones que lo llevaban a tomar la decisión era la crítica situación financiera de la Fundación Favaloro (1975) y la imposibilidad de cobrar las deudas que distintos organismos públicos y obras sociales sindicales tenían con ella. 

El PAMI, entonces dirigido por Víctor Alderete, era sólo uno de sus deudores, no el único. Fernando de la Rúa era por entonces el Presidente de la nación; el radical Héctor Lombardo, el Ministro de Salud y Acción Social; Horacio Rodríguez Larreta, interventor del PAMI por el peronismo; y el ex médico veterano de la Guerra de Malvinas, Julio Municoy, presidente de IOMA.

René Favaloro
René Favaloro.

Tocando todas las puertas, Favaloro llegó hasta Rafael Bielsa, que por entonces dirigía la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). Bielsa intervino en el litigio pidiendo por escrito al PAMI que aceptara el reclamo del médico, reconociera la deuda y la saldara. Y que si no podía hacerlo, se iniciara la "conciliación obligatoria" entre las partes. 

“El PAMI todavía no tiene verificada esa deuda y precisamente mañana tenemos prevista una auditoría en la Fundación Favaloro para determinar si corresponde pagar”, informaba por entonces Tomás Bulat, jefe administrativo del PAMI, del sector pago a proveedores.

“La ex interventora Cecilia Felgueras, le comunicó a Favaloro, en la última reunión que tuvo, que la única alternativa prevista para resolver la controversia es una conciliación obligatoria, que consiste en verificar caso por caso para ver en las historias clínicas si los servicios efectivamente se prestaron. La fundación Favaloro, con la firma del apoderado Aranguren, se presentó el 19 de mayo a la conciliación obligatoria. La verificación contable se hizo el 18 de julio y el 21 de julio se instruyó internamente en el PAMI para que se hiciese la auditoría”, pormenorizaría Horacio Rodríguez Larreta, entonces interventor del organismo.

René Favaloro
René Favaloro y a su derecha, Juan Manuel Fangio.

Entre dimes y diretes, aparentemente, había comenzado la verificación de aquellas viejas facturas, cuando Favaloro se quitó la vida. “Hasta siempre”, era lo único que decía la nota que pegó en el espejo de su baño antes de astillarse con un arma de fuego el corazón.

Su lectura de los hechos era diferente: “Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento, como decía Don Ata”, se había desahogado en las líneas que dejó a su familia. 

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René Favaloro, un corazón roto

A pedido suyo, su cuerpo fue cremado “inmediatamente” en el cementerio privado Parque de la Gloria, en Berazategui, en una sala a la que solo pudieron ingresar 30 familiares y seres próximos destrozados. Oportunamente y también a pedido de Favaloro, sus cenizas fueron esparcidas sobre la tierra de Jacinto Arazu, el pueblo en donde había aprendido a ser un médico rural, lo que más le gustaba.

“Alguna vez, en un acto académico en USA, se me presentó como un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo que es cierto. Espero que me recuerden así”, se enorgullecía. Y le pidió a sus “queridos sobrinos, colaboradores y amigos”: “Recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco”. 

Una de las siete cartas estaba destinada al Presidente de la Nación, De la Rúa, a quien Favaloro tuteaba y llamaba Fernando, sin preámbulos. Lo más curioso es que esa carta tenía fecha del 27 o el 28 de julio, un día antes del que finalmente eligió para morir. La recibió Ricardo Ostuni, secretario privado de la Presidencia, quien comentó posteriormente que la misiva denotaba “desencanto, fatiga y cansancio”. El la había recibido en su despacho el viernes 28 de julio, pero se la entregó al presidente cuatro días más tarde, el lunes 31. 

René Favaloro
René Favaloro junto al Papa Juan Pablo II.

En ella, Favaloro le pedía a De la Rúa que intercediera “ante los peces gordos”, y mencionaba con nombre y apellido a “tres o cuatro poderosos empresarios”, según dijo en su momento Ostuni, pero sin revelar quiénes eran.

Favaloro también le pidió al entonces presidente que consiguiera US$ 6 millones, “el monto que necesitaba para solventar sus deudas más apremiantes”, pero en esa misiva personal no mencionaba directamente al PAMI como acreedor. 

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René Favaloro 100 años

A 23 años de su fallecimiento y a un siglo de su nacimiento, queda su legado. La Fundación Favaloro sigue cumpliendo con el deseo de su alma mater: sanar y prolongar vidas. El Hospital Universitario Fundación Favaloro (1992) es un centro de investigación y educación de excelencia en medicina de Alta Complejidad. Desde entonces, realizó 27.000 cirugías cardíacas centrales (el 55% de ellas, Bypass coronarios puros). 

La Universidad Favaloro (1998) sostiene tres unidades académicas: Facultad de Ciencias Médicas, Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas y Naturales, y Facultad de Ciencias Humanas y de la Conducta, con sus respectivas carreras de grado, posgrados y especializaciones, además de albergar otros dos organismos de prestigio internacional: el Instituto de Medicina Traslacional, Trasplante y Bioingeniería (IMETTYB) y el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCYT), a los que se sumó, el Instituto de Ciencias del Deporte.

A 100 años de su nacimiento, reeditan la autobiografía de René Favaloro sobre su etapa como médico rural
René Favaloro.

Anoche, el Teatro Colón fue el escenario de una gala muy especial destinada a lo que tanto desveló al médico rural durante sus últimos años de vida: recaudar los fondos necesarios para que las usinas del conocimiento y la práctica científica funcionen como dios manda. A tal fin, se realizó un evento cultural histórico, para contribuir con la construcción del nuevo centro ambulatorio de la Fundación Favaloro.

Conducido por Iván de Pineda, y con la asistencia de Susana Giménez, Mirta Lengrand y varias personalidades, se presentaron, con clásicos de Mozart y Vivaldi, la Orquesta Filarmónica Nacional bajo la dirección de Emmanuel Siffert; el Joven Ballet Argentino, con piezas contemporáneas; y cantaron Elena Roger & Escalandrum.

En realidad una serie de eventos seguirán latiendo para recordar al hombre que tanto hizo por el corazón de los argentinos. 

El miércoles 12 de julio, efemérides de su cumpleaños, varios monumentos y edificios históricos de la Ciudad se iluminarán de rojo y azul para recordarlo: el Palacio Lezama, la Usina del Arte, la Torre de los Ingleses, la escultura Floralis Genérica, el Monumento Carta Magna y el Obelisco. 

El corazón de Favaloro

En el Centro Cultural Kirchner (CCK), antigua sede del Correo Central, se presentará un sello postal homenaje al Dr. René Favaloro. También, tendrá lugar la inauguración del mural del artista Maximiliano Bagnasco que inmortaliza su imagen en las mismas paredes de la Fundación Favaloro (avenidas Entre Ríos y Belgrano).

Su fama no sólo inundará el ciberespacio sino también las estrellas. Habrá que identificar el asteroide "21508 Favaloro", rebautizado así por el astrónomo argentino Agustín Kowalski, uno de sus muchos admiradores. Y consultar Google Arts & Culture, que incluyó el bypass coronario inventado por René Favaloro entre los 400 inventos humanos que cambiaron el rumbo de la Humanidad. 

René Favaloro
René Favaloro.

Para el resto del 2023, quedará pendiente una visita al Museo del Club de sus amores, Gimnasia y Esgrima de La Plata, que exhibe una escultura del platense más famoso, en tamaño natural, realizada por el artista plástico Fernando Pugliese; sin contar las de Belén de Escobar y Cleveland, EEUU.

A decir verdad, a pesar de su corazón roto, no le faltó reconocimiento en vida ni le faltará en la posteridad gracias a las escuelas, paseos, bosques, hospitales, bibliotecas, museos, y los numerosos centros de la investigación y el saber que se enorgullecen de portar su nombre, siempre en sus corazones. 

Aun si hipotéticamente quedara un solo argentino en esta patria, ese sobreviviente será un agradecido del Dr. René Favaloro, un referente moral para nuestro país, de esos que todavía tanta falta nos hacen. Como Usted lo predijo, Dr. Favaloro, será un “hasta siempre”.