Un grupo de manteros llevó a cabo una nueva manifestación en el barrio de Flores, donde cortaron la circulación de la calle Avellaneda e impidieron por un rato el funcionamiento de la línea de tren Sarmiento al ubicarse en medio de las vías del tren. La protesta de los vendedores ambulantes es contra el Gobierno porteño y la Policía de la Ciudad por los operativos de desalojo llevados a cabo durante la pandemia.
Se trata de la segunda jornada de protesta por parte de los manteros, que ya anticiparon que mañana jueves 14 de enero también se van a concentrar desde las 10 de la mañana en el caso de que se les impida nuevamente la venta callejera.
Los vendedores ambulantes se manifestaron en el cruce de Nazca y Avellaneda este miércoles 13 de enero, donde se suelen ubicar para vender sus productos. Luego, la concentración se trasladó hasta el paso a nivel de Nazca y Yerbal en la estación Flores e interrumpieron el paso del tren Sarmiento. La línea circuló por dos horas con servicio reducido entre las estaciones Moreno y Liniers.
Revés para los vendedores ambulantes: les prohíben comerciar con alimentos
Los efectivos de Infantería de la Policía de la Ciudad rodearon la manifestación pero no intervinieron puesto que las vías del tren son jurisdicción federal. Luego, los manteros regresaron a la intersección donde se había iniciado la protesta. Fue en ese momento cuando las fuerzas de seguridad crearon una barrera para impedirles nuevamente el paso.
Ante no poder avanzar en esa dirección, los vendedores ambulantes empezaron a dirigirse por las calles internas de Flores hasta que volvieron a concentrarse en la esquina de Avellaneda y Argerich. Pasadas las 13 horas, se puso fin a la concentración y se anticipó que mañana podría darse una situación parecida si les vuelven a desalojar.
El malestar se arrastra desde la semana pasada. El 7 de enero, las autoridades de la ciudad de Buenos Aires organizaron un operativo en el que se desalojó unos 2.000 manteros en esa zona comercial. En esa intervención también se desarmaron” puestos callejeros de comida, que además de ilegales atentan contra la salud pública", según expresó en un comunicado el Gobierno porteño.
B.D.N./MC