El 18 de enero es el Día Mundial del Síndrome de Asperger, establecido desde 2007, en honor al pediatra austríaco Hans Asperger, su descubridor, que nació en Viena el 18 de febrero de 1906.
Parece que el mismo Dr. Asperger padeció en su infancia el síndrome que luego tipificó para el mundo científico. De chico, se recluía en la granja familiar en las afueras de Viena, tuvo muchas dificultades para hacer amigos y sus raptos literarios en horas de clase (irrumpía con declamaciones de sus autores favoritos) hacían que su entorno lo considerara un chico excéntrico.
El mismo, ya adulto y médico reconocido, decía que los chicos con el síndrome que lleva su nombre eran "pequeños profesores", por su necesidad de dar cátedra o ser auto-referenciales (Hans Asperger hablaba de sí en tercera persona, como solía hacer Maradona, aunque no necesariamente por eso se padece el síndrome).
En propias palabras de Asperger, los chicos con esa patología manifiestan "una falta de empatía, escasa habilidad para entablar amistad, conversaciones con uno mismo, fijación intensa hacia un determinado asunto, y movimientos extraños".
Síndrome de Asperger y los súper poderosos
De todos modos, ese cuadro no les impidió el éxito en la vida adulta. Uno de los chicos que estudió para elaborar el cuadro del síndrome detectó un error en la obra de Isaac Newton cuando era estudiante y luego sería un reconocido astrónomo; otro, Elfriede Jelinek, sería Premio Nobel de Literatura 2004.
Otros casos notables y superadores fueron -y son- los del físico Albert Einstein, los empresarios Bill Gates y Elon Musk, los actores Anthony Hopkins y Keanu Reeves, la activista ambiental Greta Thumberg, los cineastas Steven Spielberg y Tim Burton, y los deportistas Michael Phelps y Lionel Messi -supuestamente, ya que su familia nunca fue partidaria de abordar el tema o que se vincule el talento del jugador con este síndrome.
En 1944, tras la publicación de su artículo emblemático describiendo los síntomas del autismo, Hans Asperger fue nombrado profesor la Universidad de Viena. Luego fue director de la clínica infantil de la ciudad y finalmente jefe de pediatría en la Universidad durante 20 años.
¿Quién era Asperger?
Como si fuera otro costado de su personalidad, Hans Asperger, mostró tempranamente su filiación fascista en 1934, cuando se unió al Frente Patriótico de Austria, un gesto que le mereció el desdén social de algunos contemporáneos.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue médico de las tropas del Eje que invadieron Croacia y su propio hermano menor murió en la histórica Batalla de Stalingrado, que puso fin al conflicto bélico.
Tuviera o no lo que luego se conocería como Síndrome de Asperger, eso no impidió que se casara y fuera padre de cinco hijos.
Tampoco impidió que fuera considerado nazi por algunos investigadores:
“Asperger se adaptó al régimen nazi y fue recompensado por su lealtad con oportunidades laborales. Formó parte de varias organizaciones relacionadas con el nazismo, aunque no con el partido nazi directamente, y legitimó públicamente las políticas de higiene racial que incluían esterilización forzada y -en varias ocasiones- cooperó activamente con el programa de eutanasia infantil”, escribió Herwig Czech en un trabajo reciente (2018, “Hans Asperger, Nacional Socialismo e ‘higiene racial’ en la Viena nazi).
Paralelamente, otros creen que no fue tan nazi como se decía ya que nunca fue miembro activo del partido y tal vez por eso –o porque fue más astuto- la justicia no lo vio como criminal y vivió hasta 1980 sin manifestar culpa alguna por algún hecho de su pasado.
Síndrome de Asperger, contra la corriente
El Síndrome de Asperger se considera un tipo de autismo, una patología que en términos generales, “afecta la manera en la que una persona interpreta el idioma, se comunica y socializa”, sintetiza Mayo Clinic.
No es una enfermedad de fácil diagnóstico. A algunos pacientes se los trata por TDAH (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad), pero luego se descubre que en realidad son pacientes con síndrome de Asperger.
"Falta de empatía, escasa habilidad para entablar amistad, conversaciones con uno mismo, fijación intensa hacia un determinado asunto, y movimientos extraños", sintetizaba el Dr. Asperger al Síndrome que lleva su nombre
Cuando se intenta definir la enfermedad se habla de "espectro autista" haciendo referencia a una amplia variedad de trastornos que aparecen en diferentes combinaciones y grados. En general, se considera que los niños que tienen síndrome de Asperger se encuentran en el extremo de "alto funcionamiento" del espectro autista.
Los chicos son 3 a 4 veces más proclives que las chicas a tener Síndrome de Asperger. A la mayoría de ellos se los diagnostica entre los 5 y los 9 años de edad.
Además de la descripción del mismo Asperger ya citada, puede agregarse que las rutinas obsesivas, la manera “extraña” de conversar, la escasa expresividad facial, la dificultad para comprender el lenguaje corporal de otros, la sensibilidad sensorial (fotofobia o rechazo de ruidos ambientales) son características frecuentes en chicos con Asperger.
Algunos pueden manifestar cierta torpeza física o motriz y un desinterés generalizado.
Los expertos opinan que el Síndrome de Asperger suele ser crónico. Sin embargo, los síntomas pueden aumentar o disminuir con el tiempo, por eso, la atención precoz es fundamental.
Síndrome de Asperger: síntomas
Los chicos con Síndrome de Asperger podrían manifestar algunos de los siguientes síntomas:
• hablan mucho de sí mismos y poco de los demás
• hablan de manera robótica o repetitiva, a pesar de que su manejo del lenguaje puede ser muy elaborado
• problemas para leer y escribir
• dificultades con la matemática
• déficit de atención
• alto coeficiente de inteligencia
• se obsesionan con patrones visuales o musicales
• escasa interacción social o, si la tienen, con exabruptos inadecuadas
• movimientos corporales poco habituales
• gestos "extraños"
El síndrome de Asperger no se debe a carencias emocionales ni es la consecuencia de algún tipo de crianza o mala educación por parte de los padres. Se trata de un trastorno neurobiológico cuyas causas aún no se terminan de comprender.
No existe un tratamiento único o típico para los pacientes, pero sí existen varias cosas que, según la edad, ayudan notablemente: fortalecimiento de vínculos sociales, terapia del lenguaje, terapias sensoriales, psicoterapia, medicación.