La justicia laboral condenó a una empresa a indemnizar a uno de sus empleados, quien sufrió un infarto supuestamente por el estrés que le causaban sus prolongadas jornadas laborales, que se extendían hasta 18 horas diarias.
El fallo fue firmado por los jueces de la Sala Séptima de la Cámara del Trabajo Néstor Rodríguez Brunengo, Juan Ruiz Díaz y Estela Ferreiros, en beneficio de Alberto Agüero, chofer de la firma Maco Transportadora de caudales.
Los camaristas entendieron que el infarto de miocardio del que fue víctima el trabajador, si bien estaba asociado a circunstancias "congénitas, alimenticias", también se debió a "situaciones de estrés propias del trabajo".
"Cuando las condiciones laborales se manifiestan con claridad como predisponentes de este tipo de padecimientos, debe otorgársele, al menos, carácter laboral a la dolencia", razonaron los camaristas.
"Ha quedado demostrado que el actor realizaba su tarea como chofer por extensísimas jornadas diarias, circunstancia que lo sometía a un considerable estrés", agregaron.
"Resulta de público y notorio que manejar por la ciudad, es una actividad estresante por la permanente exigencia de atención que imponen el cumplimiento de las señales de tránsito, embotellamientos, coordinación con otros conductores y con los peatones, el peligro de provocar accidentes o ser víctimas de robos", afirmaron los magistrados.