En el marco del día Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, millones de mujeres salieron a las calles para pedir por el fin de la violencia de género, los femicidios y transfemicidios.
Los últimos datos en América Latina del año pasado resultan alarmantes: al menos 3529 mujeres fueron asesinadas en 2018 por razones de género en 25 países de América Latina y el Caribe, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Según consignó la agencia ANSA, cuatro de las cinco tasas más altas se observan en los países del norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala) y en República Dominicana. A ellos se suma Bolivia, cuya tasa de 2,3 femicidios por cada 100.000 mujeres en 2018 es la tercera más alta de América Latina y la más alta de América del Sur. Perú, por su parte, presenta una tasa de 0,8 femicidios por cada 100.000 mujeres en el último año, la cifra más baja de la región.
Argentina registró en 2018 255 femicidios y una tasa de 1,1, igual a la de Brasil.
Brasil muestra el número absoluto más alto de femicidios (1.206) pero dada su población, la tasa es de 1,1. Siempre en términos absolutos, le sigue México (898) aunque su tasa es de 1,4 femicidios por cada 100 mil mujeres. En tercera posición figura Argentina, con 255 femicidios y una tasa de 1,1, igual a la de Brasil.
En nuestro país, según datos aportados por el Observatorio de las Violencias de Género "Ahora Que Sí Nos Ven", entre el 1° de enero de este año y el pasado 20 de noviembre hubo 290 femicidios, de los cuales el 84% fue cometido por hombres conocidos y del círculo íntimo de la víctima. De acuerdo al relevamiento, el número de femicidios ya alcanzó a los ocurridos en 2016, está a dos de los 292 de 2017, y superó ampliamente a los 281 de 2018, cuando aún faltan 36 días para que finalice el año.
En tanto, la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLa) publicó las cifras de sus relevamientos sobre los femicidios ocurridos hasta el mes de octubre de 2019. Los datos de su Registro Nacional, que se elabora a partir de noticias en medios gráficos y digitales, reflejan que fueron 226 las mujeres víctimas de violencia machista en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año.
A partir de los datos, desde MuMaLá denuncian que una mujer muere en el país cada 32 horas. A fines de septiembre, los números marcaban 203 femicidios, por lo que en el mes de octubre se sumaron 23 víctimas.
En el Caribe, en tanto, la prevalencia del feminicidio supera las 4 muertes por cada 100.000 mujeres en Guyana y Santa Lucía, de acuerdo con información de 2017. En 2018, Trinidad y Tabago y Barbados lideraron la lista, con una tasa igual a 3,4 muertes por cada 100.000 mujeres. Esta cifra podría ser incluso más grave en el caso de Barbados, considerando que este país solo recopila las cifras de femicidios íntimos, es decir, aquellos cometidos por la pareja o expareja íntima de las víctimas.
En la mayoría de los países del Caribe solo se recopilan cifras sobre las muertes de mujeres cometidas por la pareja o expareja.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres se conmemora el 25 de noviembre en recuerdo de los asesinatos de las hermanas Mirabal en 1960, en República Dominicana. "Millones de mujeres de la región han salido a las calles para reclamar y demandar algo tan fundamental pero vulnerado como es el derecho a vivir vidas libres de violencia", sostuvo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Cepal, a ANSA.
En su última publicación sobre la medición del femicidio, el OIG de la CEPAL advirtió sobre el desafío de la comparabilidad del fenómeno a nivel regional. En la mayoría de los países del Caribe (donde se observa una ausencia de tipificación del feminicidio/femicidio en los códigos penales) solo se recopilan cifras sobre las muertes de mujeres cometidas por la pareja o expareja.
En América Latina, los países difieren en la definición normativa del fenómeno, que va desde una expresión amplia del feminicidio a tipos penales que lo acotan al matrimonio y la convivencia. Esto se suma a la utilización de diferentes enfoques en la construcción de los registros de este delito. Por esto, Cepal destacó que la medición de este flagelo, y su comparabilidad regional, es fundamental para implementar políticas de prevención, reparación y sanción.
A.G./ D.S.