La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central. En Argentina afecta a 12 mil personas y es la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes, después de los accidentes de tránsito. Aunque no se comprenden las causas exactas que la producen, se sabe que en su aparición intervienen factores genéticos y medioambientales, como infecciones, el tabaco, la dieta y la vitamina D.
Ahora, científicos argentinos del flamante Centro para la Investigación de Enfermedades Neuroinmunológicas (CIEN) de la Fundación Fleni descubrieron un nuevo factor externo que impacta en el curso de la enfermedad: la melatonina, la hormona que regula el ciclo vigilia-sueño. El estudio, que contó con la colaboración del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme-Conicet) y la Universidad de Harvard (EE.UU.), fue publicado esta semana en la prestigiosa revista Cell.
Los investigadores observaron que los pacientes con EM tenían recaídas o brotes (exacerbación de los síntomas) con menor frecuencia en los meses de otoño e invierno. La primera hipótesis fue relacionar este fenómeno con la vitamina D. Pero, sorpresivamente, no hallaron correlación entre los niveles estacionales de este nutriente (la luz solar estimula su síntesis) y la actividad de la enfermedad.
Así, tras cinco años de trabajo, los científicos detectaron que el factor responsable de la disminución de los brotes en el otoño e invierno era la oscuridad. “Durante esas estaciones los días son más cortos, con menos horas de luz solar y mayor oscuridad, lo que a su vez estimula la secreción de melatonina”, sostuvo Jorge Correale, jefe del Servicio de Neuroinmunología del Fleni.
Tras analizar a 139 pacientes argentinos con EM, notaron que existía una relación inversa: a mayor nivel de melatonina en sangre, menor cantidad de recaídas. ¿Por qué? Para explicar el mecanismo los científicos debieron recurrir a experimentos en ratones. “En el caso de la EM se encontró que esta hormona puede bloquear el desarrollo de unas células conocidas como Th17, que son en gran parte responsables del daño cerebral que se produce en esta enfermedad. Además, la melatonina promueve la generación de células reguladoras o Tr1, que apaciguan la respuesta inmune y bloquean de esta manera el daño cerebral”, explicó Mauricio Farez, director del CIEN y autor principal del estudio.
Ahora el equipo se apresta a realizar un ensayo clínico para evaluar si efectivamente la melatonina puede ser utilizada para prevenir recaídas en la EM. Los resultados del estudio también podrían tener impacto en el tratamiento de otras enfermedades autoinmunes, como la artrosis reumatoidea o el lupus. “El trabajo es prometedor pero aún estamos en la etapa experimental”, resaltaron.
Un nuevo centro de estudio
Durante la presentación del estudio se lanzó el Centro para la Investigación de Enfermedades Neuroinmunológicas (Cien) del Fleni. Su objetivo será, por una parte, la asistencia para el diagnóstico de enfermedades neuroinmunológicas, como esclerosis múltiple, neuromielitis óptica, encefalopatías autoinmunes, neuropatías autoinmunes, miastenia gravis, entre otras. Por otro lado, el Centro también se enfocará en la investigación básica en patologías neuroinmunológicas con el objetivo de entender los mecanismos que las originan y brindar la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos. Además, contará con un banco de suero de estas patologías. “El Cien es un emprendimiento único en América Latina que combina investigación de avanzada a la par que ofrece determinaciones diagnósticas para pacientes con enfermedades neuroinmunológicas”, detalló Correale.