ECONOMIA
NECESIDADES FISCALES

Buscan recaudar U$S 1.400 millones con los impuestos a los combustibles

El plan tributario planea incrementar un 13% los tributos sobre naftas y gasoil. Las petroleras advierten un “replanteo de inversiones” por los cambios en los gravámenes.

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NAFTA más cara. Con la reforma, los impuestos del litro de súper pasarían de $ 6,20 a $ 6,83. | Cedoc Perfil
Pocos días después de asumir, en diciembre de 2015, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, prometió su cartera evaluaría alternativas para reducir la elevada carga impositiva sobre la venta de combustibles, que llega a representar hasta un 50% del precio final de las naftas y gasoil en surtidores.
Dos años después, la realidad deja en evidencia que la necesidad fiscal del Gobierno pudo más que la intención del funcionario. De los cambios regulatorios introducidos en la reforma fiscal que redactó el Ejecutivo se desprende que el componente impositivo en el mercado de combustibles crecerá hasta un 13 por ciento.
Según las proyecciones que realizan expertos tributaristas de la industria petrolera, los nuevos impuestos a los combustibles reportarán ingresos para el Tesoro de entre U$S 1.000 y 1.400 millones por año, que serán aportados tanto por las empresas del sector como por los consumidores particulares de combustibles.
“Lo más preocupante es que los cambios regulatorios de la reforma fiscal están apalancados desde sesgo negativo hacia el sector y, probablemente, obligue a replantear inversiones tanto en el parque refinador como en la extracción de gas y la generación de electricidad en plantas termoeléctricas”, advirtió el gerente general de una petrolera con base en Neuquén.
El proyecto oficial que ingresó al Congreso prevé la unificación de tres tributos (a la Transferencia de Combustibles, al Gasoil y la constribución al Fondo Hídrico) en uno nuevo, denominado ITC (Impuesto de Transferencia a los Combustibles), que pasará a ser un monto fijo (hasta ahora, era un porcentaje del precio de salida de refinería) que se actualizará trimestralmente en función de la evolución de la inflación. De aprobarse, el nuevo esquema empezará a regir el 1º de enero de 2018.
La reestructuración provocará que, en el caso del expendio de naftas, la carga tributaria se incremente un 10 por ciento.

Al bolsillo. Por cada litro de súper, los impuestos promedio a nivel nacional ascienden hoy hasta los $ 6,20 ($ 5,79 por el ITC más $ 0,41 por el fondo hídrico).
Si se aprueba la reforma, pasarán a $ 6,83 por litro ($ 5,80 de ITC más de $ 1,03 de impuesto al CO2), según cálculos que manejan consultores que participan de negociaciones con el Gobierno para introducir cambios en el proyecto. La carga tributaria del gasoil pasará de $ 3,85 a $ 4,36 por litro, con una suba del 13,2 por ciento.n