La necesidad de dólares del Gobierno sigue compitiendo con el abastecimiento de energía, por lo que se mantienen las restricciones para todas las importaciones salvo las que están vinculadas a combustibles. Pese a las promesas del secretario de Comercio, Augusto Costa, de no afectar la industria, persisten los problemas en el sector de insumos para producción, mientras se privilegian compras de energía.
En la economía de los graduales recortes de subsidios, el cuadro de la necesidad de dólares depende de cuánto más se desacelere la actividad y, por lo tanto, la demanda energética de las industrias afectadas por el “enfriamiento” general de tasas más altas con inflación y demoras en la recomposición salarial.
Los últimos números oficiales muestran que las importaciones crecieron 2%, pero, al desglosar por sectores, las compras de combustibles y lubricantes crecieron 43% en febrero, mientras que las importaciones del sector automotriz cayeron 26% y las de bienes de consumo lo hicieron 5%. En el sector industrial, en cambio, la variación es mixta y los insumos caen 1%, aunque las compras de máquinas al exterior se recuperaron 4%. “Se agravó el déficit energético. Hoy, la participación del déficit energético en la balanza es del 13% mientras que el de autos es 7% y se está privilegiando la utilización de dólares para energía”, explicó el gerente de relaciones institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce.
En una reunión con empresarios pymes como Marcelo Fernández y Aldo Lo Russo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, desgranó que trabajarán para reemplazar insumos importados mediante la firma de veinte convenios sectoriales que buscarán mayor integración de autopartes en la industria automotriz y que intentarán potenciar las exportaciones en 24 países que tienen relevados como potenciales demandantes de los productos hechos en el país.