Con la emisión del capítulo 125, el miércoles 12 de diciembre llegará el esperado final de 100 días para enamorarse, la exitosa tira producida por Underground que comenzó a emitirse el 7 de mayo en el prime time de Telefe y desde aquel lunes de otoño lideró los promedios de audiencia frente a sus rivales de El Trece (Simona, ShowMatch y Mi hermano es un clon), durante los siete meses en pantalla.
Pero los seguidores cuentan las días para saber cómo terminarán las diferentes historias de la tira. ¿Qué se verá en los episodios finales? ¿Qué pasará entre Laura (Carla Peterson) y Gastón (Juan Minujín) y Antonia (Nancy Dupláa) y Diego (Luciano Castro)? ¿Primará el amor o cada uno tomará su propio camino?
CUENTA REGRESIVA. Cada una de las historias se develarán en los siete episodios restantes. Mañana lunes se emitirá el capítulo 119 llamado “Cenizas quedan”, el martes el 120 “Con los pies en la tierra”, el miercoles el 121 con “Saber esperar”, el episodio 122 llegará el jueves con “Si quiero, no quiero”, el lunes 10 el 123 se denominará “Feliz Navidad”, el martes 11 será el turno del episodio 124 “Alianzas” y el último capítulo, el 125, se llamará “Final”.
CAMINO AL ADIOS. En el desarrollo de los episodios se verá el regreso de Angie (Justina Bustos) con sed de venganza y un potente caso judicial para intentar destruir a Gastón y Laura. Al mismo tiempo Laura se entera del regreso de Emiliano (Benjamín Vicuña) para intentar convencerla de afianzar la relación, pero él sigue ocupado, dandole prioridad a su trabajo y Laura vuelve a quedar en segundo plano. Genera más dudas que certezas.
EMBARAZO Y POPUESTA. El martes se confirmará el embarazo inesperado de Antonia y recibirá una propuesta arriesgada que le hará Diego que la quiere reconquistar, porque por más que estén esperando un hijo la cuestión de la relación libre es otro tema para sentarse a hablar y buscarle una solución en común. Diego decide quedarse y no radicarse en Santiago de Chile como tenía planeado. El episodio “Si quiero, no quiero” será clave para conocer el futuro de Antonia y Diego.
COCO RECUPERADO. Coco (Pablo Rago) se recuperará favorablemente de su problema de salud, acepta el divorcio con Antonia, y libre empieza a acercarse cada vez más a Cata (Macarena Paz), la profesora de inglés del colegio y ex de Fidel (Michel Noher).
SIN POLIAMOR. Está confirmado: no habrá poliamor en el desenlace del personaje de Javier (Juan Gil Navarro), muy coherente con su postura feminista no va a dejarlo feliz con el amor a dos puntas legalizadas con Solange (Marina Bellati) y Telmi (Laura Cymer). El final de su personaje lo dejará en una posición de persona madura en busca de un verdadero y único amor. Los que sí terminarán juntos oficializando su amor con bombos y platillos son Gino (Osvaldo Laport) e Inés (Jorgelina Aruzzi) después de tantas dudas del principio.
MAS PAREJAS FELICES. Triunfará el amor entre Fidel (Noher) y Paul (Ludovico Di Santo). El profesor asumirá su homosexualidad tras un fallido intento de regresar con Cata y Paul lo esperará soltero para comenzar un nuevo camino juntos. Por otra parte, las actrices Maite Lanata y Malena Narvay compartieron fotos juntas en sus redes del último día de grabación en los Estudios de Telefe. Todo indicaría que los adolescentes (Juan) y Emma (Narvay) se enamorarían. También hay un rumor de casamiento fuerte entre una de las parejas de la historia y una celebración de Navidad por separado.
CLAVES DEL EXITO. 1) Fue una atípica comedia dramática (escrita por Ernesto Korovsky, Silvina Frejdkes y Alejandro Quesada) y con una dupla formada por las amigas Laura (Peterson) y Antonia (Dupláa) que traspasa la pantalla. Es un lujo tener a Peterson en una tira diaria, formato que muchas estrellas convocantes del cine evitan por el desgaste lógico que provoca pasar 12 horas diarias dentro de un estudio. 2) 100 días para enamorarse se animó a tratar temas sociales actuales como la identidad de género en el prime time. Se siguió día a día lo que vive y siente una persona que toma la decisión de cambiar de género. Maite Lanata es la gran revelación del año (candidata a ese rubro en los Martín Fierro 2019) al contar la transformación de su personaje trans. También lo que sucede en una familia ante esa decisión: negación, ignorancia, contención y aceptación. 3) La postura sobre el aborto y el lenguaje inclusivo estuvieron presentes en las escenas de la tira en algunos pasajes de Peterson y Dupláa y con una dosis justas para no saturar al espectador con un tema tan controversial. 4) Underground acertó en repetir la musicalización para escenas claves con hits de los 80 y 90 para seducir a un público más de series que de tiras en TV abierta, una estrategia que fue comprobada y exitosa con Graduados (2012). 5) Más de cincuenta participaciones especiales: Benjamín Vicuña, Verónica Llinás, Marco Antonio Caponi, Muriel Santa Ana, Daniel Hendler, Violeta Urtizberea, Sebastián Wainraich, Ulises Bueno, entre otros.
“100 días para enamorarse” fue una ficción que dialogó con el público
Creo que ahí está la explicación primordial de su éxito, más allá de sumar una gran historia creada por Sebastián Ortega, y excelentes libros desarrollados por el equipo autoral, que nos acompaña hace años, formado por Korovsky-Fredjkes y Quesada, un elenco de grandes figuras que cualquier productor soñaría tener, y un gran trabajo de dirección (Ardanaz y Ambrosini), más la notable producción, y realización artística general, del equipo de Underground y Telefe, esta comedia romántica tuvo la virtud de ser oportuna en su planteo temático y fiel reflejo de su época, lo que logró una identificación directa con la audiencia (principalmente mujeres de 25 a 50 años, aunque atravesó todas las franjas de composición de público, de manera compacta, y captó al target masculino, lo que por lo general solo sucede en los grandes éxitos de la TV abierta de prime time)
Mujeres emponderadas, y al mismo tiempo de carne y hueso, preocupadas por su familia, sus trabajos, su contexto social, y también por los achaques típicos de la joven madurez, pero sin dejar de sentirse seductoras, y con fuerza para marcarse un nuevo destino.
Hombres que no estaban por encima de las mujeres, sino a su lado, con las problemáticas de los cuarentones, con mucho por vivir, pero en una época del patriarcado, afortunadamente, en crisis.
Jóvenes que ya no se cuestionan su sexualidad como un conflicto tabú, sino que imponen sus deseos, y enseñan a los adultos a vivir con mayor libertad.
El tamiz del humor y la ironía convivió con el debate de los temas actuales que la sociedad argentina comentaba en la mesa familiar, como lo hacían los personajes, como sucediera con el aborto. Otros temas fueron visibilizados, como la transición de género, y la educación sexual en las escuelas. Todo sucedía aquí y ahora, y siempre, sin perder el noble oficio de entretener.
Nada hubiera sido posible si no contábamos con uno de los mejores elencos que la TV argentina pudo reunir en años. El talento y el carisma de Carla Peterson y Nancy Dupláa (todas las mujeres quisieron ser sus amigas). Acompañadas por esos dos grandes actores populares como lo son Juan Minujín y Luciano Castro. Sumados a la gran Jorgelina Aruzzi, Juan Gil Navarro, Pablo Rago, entre tantos otros maravillosos intérpretes. Y la revelación, sin dudas, de Maite Lanata, que convirtiera a su “Juani / Juan” en el personaje del año.
Extrañaremos esta ficción que sin dudas marcó, y acompañó, a una época de transformación en los contenidos televisivos y en la sociedad argentina
Y nosotros, como productores, extrañaremos a un programa que nos llenó de orgullo y entusiasmo.
*Pablo Culell. Productor.
