INTERNACIONAL
sacerdote argentino luis montes

“Aquí ya no quedan cristianos: huyeron o fueron asesinados”

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Exodo. El religioso vive hoy en Erbil, en el Kurdistán. Dice que cientos de miles de personas han perdido sus hogares en las zonas de guerra. | Cedoc Perfil
El sacerdote mendocino Luis Montes, de la orden del Verbo Encarnado, llegó a Irak hace seis años, cuando el país seguía hundido en una violencia sectaria, pero aún no había irrumpido Estado Islámico.
De Bagdad se trasladó, hace seis meses, a Erbil, una ciudad controlada por los kurdos, donde “la cosa está tranquila”, dice a PERFIL por teléfono. Pero advierte que, allí donde EI controla el territorio, como Mosul, “es un caos absoluto,  ya no quedan cristianos. Todos, unos 120 mil,  fueron expulsados o se fueron con la llegada de EI”.
—¿Qué pasó con los cristianos de Mosul?
—Dónde entró EI, los cristianos fueron puestos a prueba: o pagaban el impuesto, se convertían o los mataban. Destruyeron las cruces de las iglesias, pero incluso las cruces de los cementerios. Les pasaban por encima topadoras a las cruces del cementerio. Ellos odian la cruz. Han bombardeado muchísimas iglesias hasta destruirlas y en Mosul tenemos datos de que han puesto bombas a muchas casas de cristianos, para que cuando termine esto no puedan volver a sus hogares. Acá tenemos el ejemplo de los cristianos que tan valientemente han mantenido su fe.
El religioso advierte que el avance del ejército iraquí sobre Mosul será muy difícil. “Los yihadistas dejaron los pueblos vecinos, donde se encontraron juguetes con explosivos adentro. Esos pueblos están llenos de minas personales en lugares estratégicos.
Futuro sombrío. El padre Montes advierte que la desaparición de EI no significará el fin de la violencia en Irak.
“Hay gente que dice que tiene más miedo a lo que vendrá después de la caída de EI. Hay muchos intereses contrapuestos. El gobierno de Bagdad no quieren acordar con los kurdos, que no quieren devolver las ciudades que recuperaron.  Turquía ha entrado con tanques también en el país para combatir a los kurdos”.
—¿Y la convivencia entre sunitas y chiitas?
—Hay unos veinte atentados por día. Eso trae mucho odio, mucha desconfianza. El anterior gobierno
discriminó muchísimo a los sunitas, y por eso  las tribus sunitas de la provincia del Al-Anbar dejaron entrar a EI. Y los chiitas a su vez toman represalias cuando se ven
atacados.