OPINIóN
Irresponsabilidades

Calentamiento global y supervivencia

Alerta climática y calentamiento global  20220303
Alerta climática y calentamiento global | Agencia Shutterstock

En los últimos años, voces multilaterales advierten sobre el impacto del calentamiento global en asuntos medulares de la existencia humana, tales como el acceso al agua, la comida, la educación y la salud. La Organización Panamericana de la Salud, OPS (2023) asevera que la crisis del cambio climático incrementa de manera exponencial los problemas de salud pública. En este contexto se proyectan, a nivel mundial, 250 mil muertes adicionales por año para las próximas décadas.

De la misma manera, los efectos directos de la crisis climática en la salud configuran una emergencia para la priorización de las políticas públicas de la región y el liderazgo de los gobiernos latinoamericanos y caribeños. Las enfermedades y defunciones por fenómenos meteorológicos extremos acechan la salud del continente. En esta línea, según la OPS las olas de calor se generan de forma más habitual y duran más tiempo, es así como dan lugar a un exceso de mortalidad y procesos de mayor agotamiento para los habitantes de zonas afectadas. Asimismo, en este contexto se agravan las enfermedades respiratorias y circulatorias, así como lesiones a la salud a causa de tormentas, huracanes, sequías, pérdida de la biodiversidad, acidificación de los océanos, entre otros fenómenos frecuentes de la actual crisis ambiental.

La crisis del cambio climático incrementa los problemas de salud pública

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Si tomamos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud, OMS (2020) establece en la lista de las diez principales causas de defunción a nivel global como las cinco primeras a: la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, el cáncer de pulmón, y las infecciones de vías respiratorias inferiores, el escenario de gestión de la salud pública se enfrenta a un desafío global para garantizar el derecho a la salud, pero con una importante precisión de la proyección de envejecimiento del continente. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, en la región viven aproximadamente 76 millones de personas mayores de 60 años, escenario que será sujeto de un amplio incremento hasta alcanzar los 147 millones en el año 2037. Este cambio demográfico requiere mayor inversión en los sistemas de salud pública y sistemas de protección social en toda la región, además de reformas de bienestar para enfrentar este cambio en un contexto de desigualdad que requiere decisiones sociales y económicas humanizadas. Es decir, los asuntos de las personas mayores de 60 años deben ser parte de la planificación económica, así como la garantía de sus derechos humanos, específicamente el derecho fundamental a la salud, donde la salud mental y física requieren gestión y planificación emergente.

En consecuencia, existe una conexión directa de los efectos del calentamiento global en los sistemas de salud de la región donde se hace visible la desigualdad en nuestro continente, la OPS (2022) afirma que el 30% de la población de América Latina y el Caribe carece de acceso a la atención de salud que necesita, tanto por barreras financieras como geográficas y socioculturales. Mientras en promedio, los países de la región invierten el 4,2% del producto interno bruto en salud, es decir, menos que el mínimo: el 6% recomendado por la OMS.

Es evidente que esta amenaza de los impactos del cambio climático es una consecuencia de una serie de irresponsabilidades en el desarrollo de las civilizaciones. Resultado también del impacto de la distribución del poder, efecto de la desigualdad y resultado de un sistema económico deshumanizado. Si tomamos las cifras de CEPAL (2018) la población de América Latina y el Caribe es de aproximadamente 652 millones de habitantes, de los cuales más de la mitad, es decir el 51% somos mujeres. De esta población, el 12% corresponde a los adultos mayores de 60 años. En esta línea la cifra de la denominada jefatura del hogar ha crecido en los últimos años, así se ubica una alta proporción de personas mayores que sigue ejerciendo esta función con un aumento sostenido de la jefatura femenina. Detalle que configura el desafío de enfrentar la desigualdad de género en la medida que amenaza la salud y los medios de vida de niñas y mujeres de todo el mundo.

*Investigadora y Docente, UTPL, Ecuador. Red de politólogas #NoSinMujeres.