POLICIA

Las contradicciones en la coartada del sospechoso de la masacre de La Plata

El celular de Osvaldo Martínez se ubicaría en la zona del cuádruple crimen y complica su situación: se habría activido cerca del domicilio de Bárbara Santos, su ex.

El karateca Osvaldo Martínez está acusado de matar a cuatro mujeres en La Plata en 2011. Entre ellas su ex pareja Bárbara Santos, de 29 años; su hija Micaela Galle, de 11; su madre Susana Bárttole, y
| Cedoc.

Con la expectativa puesta en la rueda de reconocimiento que se realizará mañana, la situación de Osvaldo Martínez, el único detenido por la masacre de cuatro mujeres en La Plata, habría quedado más complicada porque los peritajes telefónicos lo ubicarían en el área de la escena del crimen.

Es que el teléfono celular de Martínez se activó cerca de las 22:30 el sábado 26 de noviembre pasado en la antena que funciona en el barrio platense de La Loma, el lugar donde se ubica la casa de la masacre.

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"Aparentemente sería la antena que corresponde al domicilio de Bárbara" Santos, dijo el fiscal de la causa, Álvaro Garganta, a la agencia DyN.

La coartada de Martínez fue sostener que la noche del crimen se quedó viendo una película ("Agente Salt", en HBO) en su casa de la zona de Melchor Romero y que se había quedado dormido. Dijo que estuvo solo y que únicamente había cruzado mensajes de texto con su pareja.

Por su parte, el abogado Fernando Burlando afirmó que "lo más importante será el reconocimiento en rueda de presos" que se haga el miércoles sobre Martínez, el karateca de 27 años que está acusado de haber matado a su novia, Bárbara Santos (29), a la madre de ésta, Susana Barttole (63); a su hija Micaela Galle (11) y a una amiga, Marisol Pereyra (35).

Al respecto, el fiscal Garganta señaló que los dichos del remisero Marcelo Tagliaferro, quien deberá determinar si reconoce o no al detenido, serán evaluados en su momento. No obstante el fiscal señaló que "hipótesis hay siempre y siempre abiertas, pero por el momento la más firme es la que estamos trabajando".

"Se extrajo un cuchillo de la garganta de Susana Barttole, un destornillador, el palo de amasar... Fueron muchas las armas utilizadas, algunas fueron dejadas en el cuerpo de las víctimas. Puede ser que (en el arma usada en cada caso) pueda haber quedado un rastro genético" del asesino, dijo el abogado Burlando.

El abogado señaló a la prensa además que se está investigando si se escondieron "prendas vinculadas al imputado" tras la masacre. De acuerdo con la imputación, Martínez está sospechado del "homicidio simple" de su novia y de los asesinatos del resto para no dejar testigos, por lo que habría incurrido en "homicidio agravado".

Si bien se cree que el fiscal esperará las pericias oficiales que completen su investigación, la causa reuniría las pruebas con vistas a solicitar en los próximos días la prisión preventiva de Martínez, como el principal acusado.