El escándalo del intendente de Pinamar golpeó duro los sentimientos del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, quien está mañana manifestó que le "da bronca" que las esperanzas en el cambio, renovadas al asumir un nuevo gobernante como ocurrió con Roberto Porretti, caigan porque aparecen "complicaciones", como las denuncias de cohecho que apuntan a ese funcionario en un caso por supuestas coimas.
Fernández dijo en declaraciones a Radio Diez que tuvo "una relación personal de años" con el antecesor de Porretti, Blas Altieri, quien gobernó la localidad costeña por 14 años, y analizó que la detención del secretario de Gobierno, Aldo Leonian, implica que hay "semiplena prueba de que hay alguien en la gestión que actuó de esa manera".
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